[contextly_sidebar id=”2ADbomtDnscytt2dCUdVNRJAJ7gs4prf”]La muerte de al menos siete de las nueve personas que fallecieron en el desalojo del palacio municipal de Apatzingán, Michoacán, realizado el pasado 6 de enero, se debió al “fuego cruzado”, dijo el comisionado para la Seguridad de este estado, Alfredo Castillo.
“Prácticamente todas las personas fallecidas pudieron haber sido ultimadas por sus propios compañeros, esto es, por un tema de fuego cruzado y hay dos personas que recibieron impactos de arma de fuego tanto de la Policía Federal en heridas que pudieran ser mortales pero también de el grupo civil que también son heridas mortales.
“Es imposible determinar cuál de esos balazos les causó la muerte pero sí dejar claro que la evidencia que vamos a mostrar aquí es que tanto los vehículos como los cuerpos tienen orificios tanto en la parte frontal como en la parte posterior, que podríamos conocer comúnmente como la espalda, y no hay una sola evidencia de que haya gente de la Policía Federal que les diera a la espalda a estas personas”, explicó el comisionado para Michoacán.
Detalló que la Policía Federal no usa balas de calibre 308, 13 especial y nueve milímetros, los cuales fueron encontrados en la zona del enfrentamiento y agregó que dos vehículos de los civiles presentan impactos de bala en el flanco izquierdo, donde no había elementos federales.
El pasado 6 de enero, policías federales desalojaron el palacio municipal de Apatzingán, el cual estaba tomado por civiles presuntamente armados. Durante el desalojo falleció una persona que fue atropellada por los civiles, mientras que las autoridades aseguraron 23 vehículos.
Horas después del desalojo, un grupo de personas emboscó a policías federales para recuperar los vehículos y el enfrentamiento dejó un saldo de ocho personas muertas.
