[contextly_sidebar id=”cB6RPW5p519zO35pSHwfa5T1Jx3gXS0c”]El gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, dijo este martes 20 de enero que los actos de violencia, ocurridos en la entidad el 19 de enero pasado, son aprovechados por grupos externos a la de los profesores o de la causa de la Ayotzinapa, para llegar y hacer destrozos.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, de Grupo Fórmula, Ortega Martínez dijo que personas de Oaxaca y de los “conocidos como anarcos de la Ciudad de México” se han aprovechado del sentimiento de conflicto de los padres de familia, ya que lo que han intentado en estos casi tres meses es atenuar el conflicto y que además tienen ubicados a los manifestantes.
“Se reducen a decenas, muchos de ellos ni siquiera son de Ayotzinapa o de la Ceteg. Son de los conocidos ‘anarcos’ de la Ciudad de México”, indicó el gobernador.
“Lo hemos logrado parcialmente, hemos logrado que ya no sean miles los que se manifiestan, ni siquiera cientos, hoy están ya muy localizados“, dijo el gobernador de Guerrero. El mandatario estatal agregó que la desesperación de quienes están al frente de dichas acciones tiene como objetivo: “realizar cada vez un repertorio de violencia, focalizada, emblemática hacia lo que es el símbolo de las instituciones”.
Rogelio Ortega dijo que muchas de las personas que se tienen identificadas por actos violentos en el que hubo la quema de patrullas, no son de Ayotzinapa, sino de grupos de anarquistas de la Ciudad de México.
El gobernador de Guerrero aseguró que han sido tolerantes ante la situación, ya que han logrado atenuar y desagregar el conflicto, razón que les permitió tener una ocupación turística del 98% en Acapulco, a pesar del panorama de violencia que se presentaba.
“Esto lo hemos logrado con base en acuerdos con los dirigentes dialoguistas, con mesas establecidas para poder atender, no sólo el tema de acompañamiento, coadyuvancia y solidaridad con los familiares, sino también atender la demanda social“, dijo Ortega Martínez.
Un grupo de manifestantes provocaron destrozos el lunes 19 de enero en la Fiscalía General de Guerrero, en Chilpancingo, donde quemaron cinco patrullas y además obligaron a varios centros comerciales que cerrararan sus puertas.
La concentración partió del centro de la ciudad y continuó su camino hasta llegar a las instalaciones de la Fiscalía General de Guerrero, ahí rompieron vidrios de las ventanas, realizaron pintas en la fachada, sacaron papeles de diferentes oficinas y les prendieron fuego. Las oficinas del Registro Público Vehicular y las instalaciones del SEMEFO, en Chilpancingo, también fueron vandalizadas.
