Ya hay convenio para restaurar El Caballito, 2 años después de los daños del GDF

El Caballito de Tolsá permanece encerrado entre andamios luego de que en octubre de 2013 sufriera daños en su patinado por un trabajo mal realizado de limpieza. // Foto: Cuartoscuro.
A dos años de que la estatua del Caballito resultara dañada por trabajos de limpieza elaborados por el Fideicomiso del Centro Histórico del gobierno del DF, el GDF y el INAH firmaron un convenio para la restauración de la “Estatua Ecuestre de Carlos IV”.
Esta tarde, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, anunció que un grupo de investigadores trabaja en un plan para restaurar los daños ocasionados a la estatua de El Caballito. Una vez que se concluya, precisó el funcionario, se determinará por licitación quiénes serán los restauradores.
Tovar y de Teresa refirió que investigadores de la UNAM, la UAM y el IPN se dieron a la tarea de plantear soluciones y tienen algunas conclusiones sobre el plan de intervención que podría estar listo en el primer semestre de 2016.
Dicho plan será coordinado por la Dirección General de Sitios y Monumentos de Conaculta, acompañado por el INAH como responsable de las normas de conservación del patrimonio del país.
Tovar y de Teresa añadió que en este acuerdo con la ciudad sumarán todos los esfuerzos para llevar a buen puerto este proyecto para que pueda concluir el próximo semestre y será el Fideicomiso del Centro Histórico quien provea de los recursos para ello.
Los daños
En septiembre de 2015, el INAH publicó el dictamen de los daños sufridos por El Caballito. La evaluación técnica arrojó que el uso de ácido nítrico en el monumento histórico eliminó tanto la pátina que protegía la superficie, como una cantidad de metal de la aleación del bronce. Además, que los daños generados son irreversibles.
“Sin autorización ni conocimiento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), funcionarios del Centro Histórico de la Ciudad de México ordenaron llevar a cabo” la restauración y rehabilitación del monumento ecuestre a Carlos IV, dijo el INAH.
El Instituto explicó que aunque el tratamiento con ácido nítrico se aplicó directamente al 35% de la superficie de la escultura, “se pudo constatar que los daños se extendieron a aproximadamente 50% de la superficie del monumento a causa de los escurrimientos y manchas en numerosas áreas de la escultura y del pedestal de piedra”.
“Durante la visita de inspección se encontraron evidencias adicionales de descuido en los trabajos realizados. Se dejaron objetos en la base de la escultura, tales como basura y una cruceta de andamio suelta que deja manchas de productos de corrosión de hierro sobre la base. También se dejaron tablones de madera que provocan la acumulación de humedad y generan áreas de corrosión. Todo ello muestra la falta de capacidad profesional para intervenir un monumento histórico”, explicó el INAH.
Según el Instituto, los daños ocasionados al monumento histórico por la intervención realizada por el Sr. Arturo Javier Marina Othón, presuntamente contratado por funcionarios del Centro Histórico de la Ciudad de México en septiembre de 2013, asciende a un millón 415 mil 723 pesos.
Aunque los daños son irreversibles, el INAH afirmó que “es urgente iniciar un proceso de intervención para estabilizar el monumento histórico y restituir los elementos necesarios que garanticen su conservación”.
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