Cameron ha lanzado un plan de siete puntos para la participación del Reino Unido en Siria, que implica acciones militares, diplomáticas y humanitarias.
Si bien ha descartado la participación terrestre británica, insiste en que los aliados necesitan las capacidades especializadas de bombardeo de la RAF para degradar y derrotar a EI.
Reino Unido también está dispuesto a ayudar en la transición a un nuevo gobierno “inclusivo” sirio, por medios diplomáticos, aseguró Cameron.
El Primer Ministro ha sido claro con que esto significaría la partida del presidente Bashar al Assad, una posición que comparte con los aliados de la coalición, y considera que una “oposición moderada” sería crucial para que la transición tenga éxito.