[contextly_sidebar id=”rHvsqHx0JKfGLBar5Ro1w30PJ2bRY7Ua”]A cinco años del asesinato de su hijo Juan Francisco, y de que naciera el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), el poeta y activista Javier Sicilia criticó que las recomendaciones que realizó el movimiento fueron ignoradas.
Incluso, en una carta, Sicilia señaló que la Ley General de Víctimas y su Comisión, “único logro legal del MPJD”, ha sido “como todas las instituciones democrácticas y ciudadanas, cooptada por el gobierno y las partidocracias, y ha resultado inútil para dar justicia a las víctimas”.
El poeta criticó en la misiva que “los 40 mil asesinados y 10 mil desaparecidos que, en 2011 nos hicieron salir a la calle, recorrer el país entero y los Estados Unidos,” se ha convertido en la actualidad “en un país de casi 200 mil asesinados, de más de 30 mil desaparecidos –el caso más emblemático es el de los 43 de Ayotzinapa que generó también otra inmensa movilización ciudadana-, de casi un millón de desplazados y de cientos de fosas clandestinas, excavadas a lo largo y ancho de todo el país tanto por el crimen organizado como por las fiscalías de los estados”.
Esta situación, apuntó Sicilia, “nos ha llevado, en segundo lugar, a un retorno a las viejas prácticas del priismo en las que los gobiernos, incapaces de enfrentar la realidad, no sólo la niegan, sino que asesinan o calumnian y criminalizan a quienes develan la tragedia humanitaria que vivimos, protestan y proponen una salida al horror”.
“Si la Administración de Felipe Calderón se caracterizó por exaltar la violencia y construir un Estado de excepción (…), la de Peña Nieto se caracteriza por gobiernos que niegan la violencia y la tragedia humanitaria del país”, sentenció el activista.
Aquí puedes leer la carta íntegra, con motivo de los 5 años del Movimiento por la Paz:
“A 5 años, ahora está peor: persiguen a defensores de derechos humanos”
En una entrevista con Carlos Puig en Milenio TV, Sicilia recordó que el caso de Ayotzinapa sucedió a 105 kilómetros de la masacre de siete personas, entre ellas su hijo Juan Francisco: “una cosa excepcional y les habíamos identificado ese corredor como uno de los corredores de la violencia, desde la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, no hicieron caso”.
A cinco años del Movimiento por la Paz, Sicilia dijo que parece “como si no hubiera pasado nada, como si nos despreciaron, y ahora está peor porque viene una persecución a defensores de derechos humanos. Ahora resulta que quienes hemos luchado ahora somos criminales o gente que le quiere hacer daño al estado. ¿De dónde sacan eso?”.
