Home
>
El narcotráfico es una mezcla entre crimen y guerra: Ioan Grillo
El narcotráfico es una mezcla entre crimen y guerra: Ioan Grillo
7 minutos de lectura
El narcotráfico es una mezcla entre crimen y guerra: Ioan Grillo
23 de abril, 2016
Por: Nathaniel Parish Flannery / El Daily Post
@arturodaen 

Banner-EDP

Tras la publicación en 2012 de su reconocida obra “El Narco”, el libro “Gangster warlords”, del corresponsal veterano en México Ioan Grillo, nos lleva al corazón de imperios criminales en cuatro países del hemisferio. Gracias al acceso irrestricto a altos jefes mafiosos, Grillo traza un recorrido sobrecogedor a través de las cárceles de América Central, las favelas de Brasil, los guetos de Jamaica y el territorio de un cártel mexicano.

Nathaniel Parish FlanneryHan pasado muchas cosas en México desde que publicaste “El Narco”. ¿Por qué no centrar tu nueva investigación en México otra vez, por qué buscaste un análisis más regional?

Ioan Grillo: A muchos de quienes cubrimos la violencia en México nos quedó claro que no es un fenómeno aislado en la región. Es claro que la violencia presenta dinámicas similares en muchos países de América Latina. La mayoría de los reportajes sobre violencia tienen un carácter nacional o local, así que tienes un buen acercamiento a ciertas situaciones, se trate de El Salvador, Michoacán, o Jamaica, pero no ha habido mucho trabajo para vincular estos diferentes campos de batalla y entender el escenario más amplio.

[contextly_sidebar id=”zIjA6zKxEejW9Rot19snxLQeAGEZR9yF”]Yo, que he estado cubriendo la violencia criminal en América Latina desde 2001, tengo esta inquietud de tratar de entender lo que esta violencia es en realidad; siempre me han impulsado las grandes preguntas. Yo estaba tratando de entender este panorama más amplio. Pero para hacerlo tienes que hacer un zoom out, alejarte de las situaciones hiper-locales: ¿qué pasa en Parácuaro, Michoacán? ¿Cuáles son las dinámicas del gueto de Tivoli Gardens en Kingston (Jamaica)?

Esta investigación de cuatro organizaciones criminales permite encontrar similitudes o patrones claros. Una de ellas es que todos estos grupos han pagado y entrenado a asesinos o grupos paramilitares que se estructuran en torno a comandantes y, muchas veces, con soldados o sicarios.

Son historias muy similares: hombres jóvenes de los guetos que son reclutados para matar y que impulsan así la violencia. Tienen la idea de que hacen lo que hacen porque siguen órdenes y eso les quita responsabilidad. Cuando estos sicarios hablan de los crímenes que cometieron, ellos asumen que lo hicieron como parte de una institución.  Eso cancela en sus mentes a la razón (a la culpa).

Otras similitudes son el control del territorio y el uso de espías que informan quien entra o sale de sus zonas de control. Otra cosa que he visto en varias áreas es a grupos criminales que desplazan por la fuerza a la gente para tener más control del territorio. Al vaciar las casas cercanas a su territorio les resulta más fácil ver quién entra o sale de la zona. Te deshaces de los civiles y entonces cualquiera que se arriesgue a entrar a tu territorio será un enemigo, en teoría.

Otro fenómeno que vemos muy claramente es cómo los grupos criminales tienen sistemas de justicia internos en los feudos que controlan. Así, en Kingston, en Michoacán, en las favelas de Río personas que son acusadas de crímenes antisociales como violaciones o robos a casas pueden ser sometidos a una especie de juicios en los que un jefe mafioso local escuchará la evidencia y luego ordenará la ejecución o la golpiza del acusado.

El establecimiento de estos tribunales paralelos despoja al Estado de varios de sus atributos esenciales: del monopolio de la violencia, del monopolio de hacer la guerra, y del monopolio de la administración de justicia.

Pude ver también las diferencias que existen en las relaciones de las bandas criminales y los políticos. Varían de un lugar a otro. En Jamaica los vínculos son muy fuertes. Hay prácticas muy similares en América Central y México. Uno puede ver que los carteles pueden controlar a los gobiernos locales y estatales de manera muy clara.

NPF: Cuál es la esencia del libro? ¿Cuál es la tesis principal que planteas? 

IG: Una de las batallas que hemos enfrentado como periodistas o como cualquier persona que trata de encontrar el sentido de todo esto es tener un vocabulario adecuado. Decimos contrabandistas de drogas, pero son claramente más que eso.  ¿Es una guerra o se trata simplemente de delincuencia? Algunas personas se refieren a esto como una guerra; otros dicen que es simplemente delincuencia. Hay razones políticas para que la gente diga que es simple delincuencia. Si se dice que es una guerra eso es malo para el turismo, para las inversiones… Creo que es una mezcla entre crimen y guerra. Está en algún lugar en medio. No es una guerra tradicional. Es una guerra criminal.

Cuando ves a los jefes de estas organizaciones te das cuenta que son una extraña mezcla de CEO criminal, líder paramilitar y estrella de rock al que rinden culto en canciones y películas. La idea es señores de la guerra gángsters. Por un lado ejercen control como un señor de la guerra (warlord), pero también controlan grupos del crimen organizado como gángsteres y como tales tienen el estatus de estrella de rock en el imaginario colectivo. Los soldados de estos grupos son más que pandilleros, son milicias criminales que a veces pueden enfrentarse a soldados o a policías fuertemente armados. Si ganan entonces pueden ejercer control sobre el territorio.

NPF¿Qué fue lo más interesante o sorprendente que encontraste en tu investigación?

IG: Ves una enorme cantidad de dolor. Hay cosa que se quedó conmigo es el dolor de las madres que han perdido a sus hijos. Puedes ver cadáveres y cabezas cercenadas, pero es difícil de apreciar la pérdida hasta que ves las caras de las madres que han perdido a sus hijos. Es una pérdida enormemente traumática, sobre todo en los casos de desapariciones. Una madre en Monterrey… su hijo fue secuestrado por hombres armados y nunca lo volvió a ver. Un estadounidense desapareció en México, más tarde se encontró su cuerpo. Hablar con su madre es una de las cosas que más me ha afectado.

Lee: De narcos a mafiosos, del tráfico de drogas al saqueo ciudadano

Además del dolor, es muy interesante hablar con la gente dentro del mundo del crimen organizado. Conocer sus vidas, sus historias. William da Silva, el fundador del Comando Rojo [en Brasil], es una de las personas más fascinantes que he entrevistado. Es muy interesante conocer sus valores. A menudo se trata de personas que son víctimas y victimarios. Son personas que hacen cosas terribles, pero pueden mostrar un lado bueno. Eso siempre estará conmigo, la sensación de estar con ellos.

Pasé mucho tiempo con estos personajes en sus casas, en bares, tratando de darle sentido a lo que los motiva. Hubo también escenas surrealistas … como estar en una fiesta de funk en Río y ver bailar a la gente con rifles de asalto. Parecen escenas de una película, pero pasan realmente.

NPF:  ¿Qué te motivó a involucrarte en este tipo de investigación?

Grillo: Cuando llegué por primera vez a México en el año 2000 yo no estaba pensando en el crimen organizado. Tenía la idea romántica de que estaría cubriendo guerrilleros luchando contra dictaduras. Pero llegué a México un día antes de que Vicente Fox llegó al poder. Me di cuenta de que había llegado a lugar en el que las guerrillas casi se habían disuelto, la dictadura estaba terminando, y donde los carteles se habían mudado al negocio de la cocaína.

La cuestión del tráfico de drogas atrapó mi atención. Hice la conexión con Brighton, Inglaterra, donde nací. Conocía a muchas personas que consumían drogas. Me llamó la atención el vínculo entre los países que consumen drogas y los países que las producen. Después de años de cubrir el tema, me di cuenta que todo esto del crimen se había transformado en una crisis humanitaria y yo la estaba cubriendo. Ya en 2008 era evidente que estaba sacudiendo el corazón del país. Era un asunto de suma importancia.

NPF: ¿Cómo van las cosas? Se está ganando la lucha contra los barones de la guerra en América Latina? ¿Qué tenemos que ver para saber que la batalla se va ganando?

IG: En general ha sido un mala década en América Latina por la violencia. Hay muy poco de lo que podamos hablar en términos de victorias, en términos de mejoramiento de la vida de las personas. Mientras la violencia ha disminuido en muchas partes del mundo, en América Latina ha aumentado. En una década ha habido más de un millón de homicidios en América Latina y el Caribe.

Veo tres áreas que debemos atender para aliviar la situación que amenaza a las democracias de América Latina. En primer lugar, creo que tenemos que reformar la política antidrogas, legalizando algunas drogas, y alejándose de un enfoque prohibicionista que nos permita atender la adicción como un problema médico. Así se reducirían los efectos nocivos del mercado negro. Es una conversación difícil.

Tenemos que cambiar la infraestructura que fue construida para la guerra contra las drogas, incluyendo la DEA, la oficina del fiscal antidrogas de Estados Unidos, la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD)… En algunos casos esas instituciones tienen que cambiar su misión. La ONUDD tiene que cambiar su enfoque.

Pero también hay otras dos zonas esenciales. Existe una verdadera necesidad de construir fuerzas policiacas y sistemas de justicia en América Latina y el Caribe que de verdad funcionen…

  • Esta historia se publicó originalmente en inglés en El Daily Post. Si quieres leer el resto del artículo haz click aquí.
Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Etiquetas:
américa latina
Drogas
Gangster warlords
Ioan Grillo
Mexico
narcotráfico
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
image