De cómo Jesús Tecatito Corona se convirtió en la joven estrella más alucinante de México
Con 79 minutos en el reloj, Martha Elena Ruíz agoniza. México está abajo en el marcador por un gol ante Venezuela en el partido de Copa América que necesita empatar para poder terminar como primero de grupo y evitar al favorito del torneo, Argentina, en los cuartos de final de este sábado. Sorbiendo nerviosamente una cerveza Tecate en un bar con temática deportiva en Hermosillo, ciudad industrial en el corazón del desierto de Sonora, Ruíz se sienta junto a su esposo, Narciso Corona, sus tres hijos, y una docena de amigos y familiares, todos vistiendo orgullosamente la playera de México.
“Bien, hijo”, dice en apoyo al mismo tiempo que su hijo, Jesús “Tecatito” Corona, recoge el balón fuera del área. “Vamos mi amor, vamos”. Segundos antes, Corona, de 23 años y luciendo un corte de cabello descrito por uno de los comentaristas como el de “Pebbles de Los Picapiedra”, había burlado a varios defensores y mandado un remate cerca del poste más lejano. Habría sido un gol maravilloso. Pero poco después, Corona se inventaría algo más espectacular, al dejar atrás, de alguna forma, a cinco defensas y meter un disparo inatajable al fondo de la red. El bar estalla, sus familiares gritan de emoción e intercambian eufóricos abrazos y saludos.
El partido termina 1-1. México se adueña del grupo C y Corona es nombrado el jugador del partido. Minutos después le manda un mensaje de texto a su madre para decirle que la ama y que le dedica el gol —sin duda su gol más impresionante jugando para la selección mexicana— a su familia.
Luego de entrar al campo en el minuto 18 en sustitución de Javier Aquino quien salió lesionado, Corona estuvo en el corazón de los mejores momentos de México, empujando hacia el frente incesantemente como si estuviera avergonzado por su ausencia de la alineación principal, incluso cuando sólo se pretendía que descansara para la siguiente ronda.
“Tecatito” es uno de los mejores jugadores de México, un extremo que comenzó su carrera en la Liga MX con Monterrey a los 17 años. En la actualidad juega para el Porto de Portugal, pero pronto podría partir a un equipo más grande. Los rumores lo colocan en el Real Madrid, Barcelona, y Manchester United. Ha contado con una fuerte mentalidad desde hace mucho tiempo.
“Siempre que lo dejaba en la banca estaba ansioso por entrar y anotar goles sólo para demostrarme que estaba equivocado”, rememora Francisco Fierro, el primer entrenador de Corona. “Era tan impaciente que aventaba piedritas a sus propios compañeros con la esperanza de que salieran para que él pudiera tomar su lugar”.
El tercero de cinco hijos, Corona nació en una familia de clase media baja en Hermosillo, la capital del arenoso estado de Sonora. Rodeada por afloramientos minerales, la ciudad es una expansión de edificios pequeños con fachadas de cal intercalados con palmeras y uno que otro cactus…
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