La ayuda al prójimo no existe. Bueno, sí. Pero no la ayuda “desinteresada”, como tratan de vendérnosla siempre. Cuando “ayudas” a Risaterapia, por ejemplo, realmente estás creando un bien para ti mismo, primordialmente. Y lo refrescante de Risaterapia es que desde el principio son honestos: este mundo rudo necesita que estés bien, te necesita entero, “sonreír nunca fue tan necesario”.
Recién platicamos con Raquel Origel, directora de la Asociación Civil Risaterapia, para que nos contara de qué se trata esto, cómo es que ayudan y qué es lo que hacen: “Risaterapia es una metodología basada en el bienestar personal. Se hace como un servicio, para compartir y ayudar, pero el primer beneficiado es el voluntario”, dice Raquel.
Si a veces piensas que no tienes mucho que dar, que con tu vida y problemas es suficiente, lo primero que hacen en Risaterapia es entenderte. El objetivo de ellos es que estés bien con la realidad, sencillamente. Aquí no hay mentiras, sólo la aceptación de que el mundo en el que vivimos está difícil, pero desechando el pensamiento derrotado de que nada puede cambiar.
A diferencia de lo que podría parecer en la superficie, Risaterapia no sólo es risas y diversión; tampoco es simplemente ponerse una nariz roja e ir hacer reír a los enfermos en un hospital. El principal deseo de esta asociación civil es tu bienestar, que seas responsable de tus actos y que sepas manejar tus emociones.
Risaterapia nace en los hospitales como necesidad de cambiar el ambiente dramático en ellos, para que la gente se recupere más rápido.Pero poco a poco su labor se ha extendido a otros lugares que también lo necesitan: “Con el paso del tiempo, se dieron cuenta de que la necesidad no solamente es con niños en los hospitales, la necesidad es también con adultos en hospitales, niños en casa hogar, adulto mayor en casa hogar, comunidades rurales, comunidades indígenas, etc.”, señala Raquel.
Entonces, ¿qué tiene que ver la risa?
“Si bien es una asociación que se dedica a y promueve la alegría, lo hacemos de una forma profesional.”, nos dice Raquel. Y esto es importante porque no sólo se trata de ir a hacer chistes, esperando que la gente ría y se olvide de sus problemas. El chiste, en realidad, es crear una conexión humana que le haga saber al otro que no está solo/a:
“La risa está relacionada con la capacidad de ser vulnerable”, dice Raquel, “el aceptar que eres un idiota, porque en realidad todos lo somos.
