La envidiable vida de los gatos en el Claustro de Sor Juana
¿Qué fue primero, la universidad o los gatos? Erika Barrios, coordinadora del área de promoción de la universidad, nos concedió una entrevista y nos dio un paseo por los patios en donde moran 19 gatitos.
Resulta que ellos no llegaron a la universidad, sino la universidad llegó a ellos:
“Desde la época virreinal, siempre han existido colonias de gatos en el Centro Histórico. La gente normalmente los usaba para evitar plagas, entonces se hacían colonias de gatos ferales”, relata.
https://www.youtube.com/watch?v=C-YloLftP7s
Cuando restauraron el ex convento de San Jerónimo, se encontraron muchos esqueletos de gatitos que, se supone, fueron mascotas de las monjas: “En esa época sí se les permitía a las monjas tener animales domésticos, como gatos o pájaros, algo no tan sofisticado”, nos cuenta Erika.
Los gatos nunca se alejaron de esos rumbos y nadie los movió para cuando se fundó la Universidad del Claustro de Sor Juana en 1979: “Llegamos a tener más de 80 gatos en la Universidad. Se puede decir que llegaron primero ellos…”
En la Universidad del Claustro la vida es más sabrosa
En 2009, la organización Human Society International, protectora de animales, le entregó un reconocimiento a la Universidad del Claustro por su labor cuidadora de gatitos: Existe un presupuesto destinado a su alimentación y cuidados médicos, todos están esterilizados y se desparasitan continuamente.
Cuando un pequeño se enferma, alguien de logística se encarga de llevarlo al veterinario y la universidad se hace responsable de todos los gastos.
Los trabajadores y administrativos se encariñaron tanto con ellos, que de sus propios bolsillos les organizan una fiesta semanal llamada “Viernes de lata”, nos contó Erika.
Esta festividad ocurre, como su nombre lo indica, al finalizar cada semana para desestresar a los gatitos de trabajar y estudiar tanto.
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