Tres reporteros fueron agredidos por elementos de la Gendarmería y de la Policía Estatal, mientras cubrían el desalojo de manifestantes en la planta de Pemex ubicada en Tijuana, Baja California.
Laura Sánchez Ley, corresponsal del diario El Universal, y su esposo Luis Alonso Pérez, colaborador de Animal Político y Univisión, así como Jesús Bustamante, fotoperiodista del diario Frontera, fueron golpeados por los uniformados.
Sánchez trataba de grabar la detención de uno de los manifestantes cuando agentes de la Gendarmería la golpearon. Mientras que Alonso Pérez fue pateado. Ambos fueron subidos a una patrulla, pese a identificarse como periodistas.
Minutos después fueron liberados.
A través de Facebook, Laura Sánchez reportaba la llegada de los elementos federales a la planta de almacenamiento de Rosarito, en Tijuana.
La tarde de este sábado, los periodistas acudieron a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) para presentar una denuncia penal por la agresión en su contra.
Además de los periodistas lesionados, siete policías resultaron heridos y dos de ellos se encuentra graves, luego de que fueron atropellados por una camioneta pick up rotulada con un letrero de una refaccionaria, en el momento en el que mantenían una línea de personal antimotines, informó la División de Gendarmería de la Policía Federal.
Horas después del desalojo, Manelich Castilla, comisionado de la Policía Federal, señaló que agredir a cualquier policía que éticamente cumple su deber, es ir en contra de toda la sociedad, porque los agentes representan al pueblo y su misión es buscar la paz y el orden.
Desde el 2 de enero, habitantes mantenían bloqueados los accesos a la planta, lo que había provocado desabasto de combustible en la ciudad.
