Nota del editor: esta entrada fue publicada originalmente en ClickNecesario.com, el 22 de abril de 2016.
Hoy en día alguna gente se queja de que las mujeres nos quejamos demasiado y que las cosas sí han cambiado para nuestro género.
Pero la verdad es que no es suficiente y todavía falta mucho para llegar a la soñada equidad que merecemos.
Nuestro lenguaje está condicionado, nuestras costumbres muy arraigadas y los dobles discursos permean cualquier propuesta de cambio. Quizás a veces no nos damos cuenta, pero en la calle, la tele, el radio, internet, en todas partes, se siguen reforzando ideas que degradan a la mujer.
Usando la publicidad como un espejo de la sociedad en que vivimos, podríamos soltar algunas carcajadas por la manera en la que se retrataba a la mujer en el pasado:
Pero, ¿es muy diferente de nuestro presente? La verdad es que no. Quizás a los eslóganes se les ha quitado lo cínico, pero aún nos tratan como adornos masculinos sin reconocer que tenemos un cerebro adentro de nuestra cabeza que puede –o no- no estar de acuerdo con sus opresiones.
De nada sirve reírnos (nerviosamente) de nuestro pasado si no sabemos darnos cuenta lo que está mal para poder moldear un futuro menos tendencioso. Pero tampoco de nada sirve amargarnos la vida y qué mejor que la risa (esa, la nerviosa) y el sarcasmo para poder sobrevivir en este ambiente.
Es así que les compartimos anuncios del pasado, de esos chistosísimos como el primero. Pero esta vez irán seguidos de algunos anuncios del presente. Pa’ contrastar… o no.
ANTES
AHORA
ANTES
AHORA
ANTES
AHORA
ANTES
AHORA
ANTES
AHORA
Y así el mundo. Ojalá que no todo se quede en risas nerviosas, sino que pueda evolucionar a crear una conciencia más aterrizada de cómo son las cosas.
Con info e imágenes de Bored Panda, Público.es y United Explanations.