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El desierto de Coahuila, ecosistema modificado por la violencia y el hombre
El desierto de Coahuila, ecosistema modificado por la violencia y el hombre
3 minutos de lectura
El desierto de Coahuila, ecosistema modificado por la violencia y el hombre
15 de julio, 2017
Por: Verónica Santamaría (@VeronuK)
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Ante un desierto modificado, tanto por la naturaleza como por la mano del hombre, el fotógrafo Alfredo Esparza presenta la exposición Este camino no es, serie de 12 imágenes capturadas, principalmente, en el desierto de Torreón, Coahuila.

[contextly_sidebar id=”QrRyoUhCtSnLzj4FbLiUA35AGs6UHXkm”]“El tema es el desierto, un desierto sin intervención que se regula por las plantas y animales y, un segundo desierto regido por el hombre que es mucho más agresivo, más radical y violento”, dijo Esparza.

Para él, la manera en que las personas interactúan con el desierto, desde la actividad económica en la zona con los cultivos o la falta de agua, lo llevan a encontrar imágenes que retratan cómo la violencia incide para modificar el lugar.

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Rastreo con Google Maps en el desierto 

Además de la fotografía, Alfredo Esparza se dedica a la poda de nogal, un negocio familiar que realiza por temporada, de diciembre a marzo, cuatro meses en los que recorre Chihuahua, Zacatecas, Nuevo León, Coahuila y Durango.

Estos recorridos le han permitido retratar escenarios donde “conoces lugares como objetos estéticos o abandonados que te hacen preguntarte por qué dejó de funcionar ese negocio o qué va a pasar con ese lugar”, explica. 

La exposición refleja la manera en que las personas interactúan con el desierto.
La exposición refleja la manera en que las personas interactúan con el desierto.

Esparza habló en entrevista con Animal Político de las técnicas que usa para hallar los desolados espacios. Recuerda que cuando inició ni siquiera tenía una cámara profesional. 

“Utilizo Google maps como herramienta para establecer estos lugares a los que considero que vale la pena ir”, explica, aunque los espacios que encuentra no están completamente captados en esa aplicación, ya que muchos no tienen utilidad para la mano humana.

Los riesgos de este camino

Las 12 piezas recopiladas en Este camino no es abarcan el periodo de 2016 a 2017, cuando captó pueblos abandonados ante la falta de trabajo, donde sus habitantes migraron a Estados Unidos, ante fasta de gua o tierra fértil para cultivar.

Incluso, en esta búsqueda el fotógrafo encontró huecos en los relieves y “al acercar [digitalmente] en los mapas” descubre que existen estructuras abandonadas en pleno desierto.

“Desde una alberca en forma de guitarra hasta fabricas que han dejado de funcionar, así como canteras, escuelas o espacios en los que procesaban minerales”, dijo.

Entre los espacios de mayor peligro que tiene registrados en esta exhibición se encuentra la estación de ferrocarril conocida como Estación Claudio, en la entidad coahuilense, de la que sólo quedan vestigios.

“Inicialmente iba buscando una zona árida, vi el lugar a través de la herramienta de Google maps, queriendo hacer foto a unos estanques”, así que trazó la ruta para acudir.

Según  recuerda, “apenas si se percibían algunas construcciones [hechas] de adobe y al llegar a la estación veo cintas de la policía, balazos en los muros y varillas en las que se ubicaron banderines para pruebas”.

Incluso, descubrió huesos, pedazos de mandíbulas humanas, casquillos de diferentes calibres y ropa.

Narco fosas captadas del desierto

Al descubrir este escenario marcado por la violencia “me fui de ahí, llegué a casa y estaba muy nervioso, revisé el material que resultó ser pésimo y decidí regresar”, dice.

En la segunda visita se percató de que era una narco fosa, “lo supe al investigar el lugar en el que había caído”, explica. A partir de entonces comenzó a encontrar otras fosas, lugares con impactos de bala y restos de cadáveres.

El fotógrafo recorrió 4 meses en los que recorre Chihuahua, Zacatecas, Nuevo León, Coahuila y Durango
El fotógrafo recorrió 4 meses en los que recorre Chihuahua, Zacatecas, Nuevo León, Coahuila y Durango

“En otro viaje llegué a una casa de seguridad del cartel de Sinaloa, en perspectiva, claro que iba a pasar esto, claro que iba a llegar a lugares recontextualizados por la población” cuenta Alfredo.

 

Este camino no es estará hasta el 2 de septiembre en Galería L, que se encuentra en Alfonso Reyes 2016, colonia Hipódromo Condesa en la Ciudad de México.

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