Charlie Gard, el bebé de 11 meses con una rara enfermedad terminal cuyo tratamiento enfrentó a sus padres con la Justicia británica, murió este viernes, informó un vocero de la familia.
[contextly_sidebar id=”ilwdI30kXajzCKLDnbPkuTgUrsHOr1Xs”]”Nuestro hermoso pequeño varón se ha ido. Estamos tan orgullosos de ti, Charlie”, dijeron los padres, Connie Yates y Chris Gard, en un comunicado.
Charlie padecía una enfermedad genética llamada síndrome de depleción del ADN mitocondrial, la cual le provocó un daño cerebral considerado irreversible.
Desde octubre estaba internado en el hospital infantil londinense Great Ormond Street (GOSH), donde se mantenía con vida gracias a un soporte de ventilación artificial.
El pequeño, que estaba a días de cumplir un año, no podía ver ni oír y no era capaz de moverse, respirar o tragar por su cuenta.
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