Presas en el Edomex tejen perritos de rescate para ayudar a damnificados por el sismo
Desde prisiones del Estado de México, un grupo de 80 mujeres muestra su apoyo a los damnificados por los sismos que azotaron en el mes de septiembre al país: tejen perritos rescatistas y los venden para recaudar fondos, que serán utilizados para reconstruir casas en comunidades afectadas.
Estas mujeres, privadas de la libertad en los penales de Barrientos, Nezahualcóyotl Sur y Ecatepec, reciben capacitación laboral, “para que puedan solventar sus gastos personales en prisión y también apoyar a la economía de sus familias”, explica Daniela Ancira, socia y fundadora del proyecto La Cana.
La tarde del 19 de septiembre, cuenta Daniela, varias de las mujeres presas la estuvieron llamando por teléfono: “estaban muy agobiadas, ya te imaginarás, sobre todo porque no tienen acceso fácil para saber qué estaba pasando con los derrumbes y los damnificados”.
Pasado el momento de angustia, se preguntaron cómo podían ayudar a las personas afectadas por el sismo; una de las presas recordó que sus familiares le contaron de los perros que participaban en las labores de rescate, y propuso a sus compañeras realizar muñequitos de ellos para venderlos, y recaudar fondos.
“Cuando me contaron la idea yo les conseguí un recorte de periódico con la foto de Frida, porque ellas no tienen acceso a televisión para poder verla, y con eso sacaron la muestra”, narra Daniela.
Ahora los perritos de rescate de estambre están agotados, pero, de acuerdo con la fundadora de La Cana, “los seguiremos haciendo hasta que la gente los deje de pedir”.
Tejiendo futuros fuera de la delincuencia
La Cana es una empresa social “cuyo fin último es lograr la reinserción de mujeres presas. Buscamos que ellas tengan las herramientas para construir un futuro lejos de la violencia y de la delincuencia”, cuenta Daniela.
Sus cinco fundadoras, cuatro abogadas y una psicóloga, se conocieron en la Universidad Anáhuac, donde eran estudiantes. Un proyecto las llevó a visitar un centro de reclusión, y fue así que decidieron comenzar a trabajar en favor de las mujeres presas, inicialmente con asesorías jurídicas y atención psicológica.
Al conocer las necesidades de las reclusas, decidieron ofrecerles la oportunidad de aprender un oficio y de generar ingresos que les permiten pagar servicios como agua caliente, comida y productos de higiene personal en prisión.
Fue así como se constituyó La Cana, una asociación civil que brinda a las reclusas talleres de desarrollo humano, de maternidad en prisión, de empoderamiento, para aprender a leer y escribir, además de ofrecerles atención psicológica, y constituir una empresa social en la que ellas colaboran y reciben ingresos para solventar sus gastos, y los de sus familias.
Además, La Cana ofrece la posibilidad a las mujeres de que, una vez recobrada su libertad, continúen trabajando en la elaboración y venta de los muñecos, lo que, de acuerdo con Daniela Ancira, las ayuda a integrarse de mejor manera a su vida fuera de prisión.
Muñecos con causa
Desde hace tiempo, las mujeres que participan con La Cana decidieron que parte de las ganancias por los muñecos que tejen serían destinadas a alguna causa: han tejido pulpos para bebés prematuros y apoyado a niños con cáncer.
Esta vez, decidieron que parte del dinero recabado con los perritos rescatistas se destine para reconstruir viviendas en poblaciones afectadas por el sismo, por lo que lo donarán a ‘¡Échale a tu casa!’, una empresa dedicada a la construcción de viviendas dignas con ‘ecoblocks’, tabiques ecológicos y resistentes de bajo costo.
Con las aportaciones recibidas, ‘¡Echale a tu casa!’ apoyará en la reconstrucción de viviendas en Huamúchil, San Dionisio del Mar, Oaxaca, una de las comunidades más afectadas por el sismo del pasado 7 de septiembre.
En esta reconstrucción, de acuerdo con la empresa, la comunidad es fundamental, pues los pobladores realizarán un comité de vivienda y se impartirán talleres de diseño y construcción de casas, considerando usos y costumbres, para que las viviendas sean pertinentes con su cultura y formas de vida.
Hasta ahora, ‘¡Échale a tu casa!’ ha recibido donaciones que permiten solventar la construcción de 48 viviendas.
En la siguiente página puedes conocer el catálogo completo de los muñecos tejidos que realiza La Cana (https://lacana.mx ).
Si quieres apoyar a la iniciativa ‘¡Échale a tu casa!’, visita su sitio web (http://www.echale.com.mx ).
Cobijas y apapachos
Cuatro mujeres se sientan a la mesa, rodeadas de estambres de colores, agujas y ganchos. Dedicarán las próximas horas a tejer cobijas para luego donarlas a quien se ha quedado sin hogar, debido al sismo del 19 de septiembre.
“Hay necesidades ante esta tragedia, por ejemplo: tener un hogar, que no falte comida, poseer ropa; pero también, hay que admitir que necesitamos apapachos. Por eso lo hago, porque al tejer me siento capaz de forjar nuevas redes de apoyo con las mujeres, de hacerlas sentir que estamos con ellas”, asegura Margarita, una de las participantes.
La escuela de defensa personal feminista Comando Colibrí lanzó esta iniciativa en la que invitan a mujeres, sepan o no tejer, a confeccionar cobijas.
“La iniciativa de entregar algo tejido nació porque pienso que cuando creas algo con tus propias manos estás pensando en la persona que lo va a tener”, dice Darinka.
Margarita enseña a quienes tienen las ganas de participar pero no saben tejer. Les dice cómo se hacen los nudos, cómo calcular la medición de la altura de la base de la cobija.
Una vez terminadas las primeras cobijas, se entregarán en los refugios de la Ciudad de México y lo harán por medio de entrega presencial, con el objetivo de que la cobija no vaya sola sino que también la acompañe un abrazo e inclusive una charla.
Esta primera reunión se realizó en el Café La Raíz, ubicado en la calle Mérida 132 de la Colonia Roma.
Si quieres unirte a la iniciativa puedes consultar las convocatorias a través de sus páginas oficiales: en Facebook como Comando Colibrí y en Twitter como @ComandoColibrí.
Con información de Montserrat Sánchez
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