El presidente catalán destituido, Carlos Puidgemont, anunció este martes 31 de octubre que no pedirá asilo político en Bélgica, aunque pretende permanecer en el país hasta tener seguridad jurídica.
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“Este no es un problema belga”, afirmó en una rueda prensa muy concurrida en Bruselas.
Según Puidgemont, su presencia en la capital belga responde únicamente a la “necesidad de tener un local seguro” para continuar trabajando por la independencia de la comunidad autonómica española.
El líder independentista dijo ser víctima de un “deseo de venganza” de Madrid y denunció lo que considera una “politizacion de la justicia española”.
“No hemos abandonado el gobierno. Estoy convencido, por las informaciones que he obtenido, que si permaneciera (en Barcelona) habría una nueva oleada de violencia de parte del gobierno español y no quería infligir eso a mi pueblo”, afirmó.
Puidgemont aseguró que no pretende huir a la acción de la justicia, pero dijo estar convencido de que su juicio en España no sería justo.
Calificó la suspension de la autonomía de Cataluña y los cargos en su contra como una “ofensiva altamente agresiva y sin precedentes contra el pueblo de Cataluña”.
Afirmó que el gobierno regional catalán ha siempre estado abierto al diálogo “franco”, pero el gobierno español prefirió ignorar el problema independentista y “responder con la represión”.
“El diálogo ha siempre sido prioridad del gobierno y del pueblo de Cataluña”, aseguró.
Asismismo, invitó a los independentistas a participar en las elecciones regionales del 21 de diciembre, despejando la duda de si boicotearía estos comicios convocados por el gobierno central de Mariano Rajoy.
“Las elecciones del 21 son un reto que tomamos con todas nuestras fuerzas”, dijo Puigdemont y pidió que respete el resultado de los comicios si vuelven a ganar los independentistas.
Con información de AFP y Notimex