Policías y periodistas. Un libro sobre su relación en tiempos de narcotráfico (Capítulo de regalo)
Para la periodista sinaloense Patricia Figueroa, la relación entre policías y periodistas pareciera ser, más que innegable, obligada cuando se habla de México. Lamentablemente esa relación está ligada a conflictos y desacuerdos, porque si bien en teoría ambos deben velar por la sociedad (uno en cuestión de información, transparencia y veracidad, y el otro en cuestión de seguridad y protección), en el país existe un tercer elemento que corrompe, vicia y en el peor de los casos (como se ha vuelto costumbre) los elimina del panorama a unos como a otros por igual: el narcotráfico.
La periodista trata este tema en su último libro “Ética en tiempos de guerra y narcotráfico. Relación entre policías – periodistas”, próximo a presentarse en la 39 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. Un texto académico, editado en conjunto por Ediciones del Lirio y el Instituto Sinaloense de Cultura, en el cual parte del origen de la problemática (revisión y análisis de conceptos como Estado y ética.); hace un recorrido, breve pero conciso, sobre la historia de México, la hegemonía partidista y el surgimiento del narcotráfico así como las posteriores administraciones panistas y sus acciones, para finalmente llegar al estudio de campo donde periodistas y policías son los protagonistas.
Para Figueroa, reporteros y policías son actores fundamentales para el desarrollo de las democracias modernas, ya que ambos deben ser guardianes de los derechos humanos. En México, dice la autora, “hemos aprendido a convivir con la corrupción. Si logramos hacer una exploración, lo más profunda que se pueda de (estos) instrumentos de control que ha tenido el Estado mexicano, podemos voltear más arriba para ver los controles de estos instrumentos. Primero entenderlos para después analizar de manera más amplia al Estado.”
El libro de Figueroa, trabajado a lo largo de varios veranos durante el Visiting Scholars Program del Institute of Latin American Studies en Columbia University, es un esfuerzo para voltear las miradas de forma crítica a lo que ella llama la “petite corrupción”, aquella a la cual el Estado nos ha obligado a señalar y prestar atención, aquella donde se encuentran policías y periodistas que, muchas veces, por el propio Estado o por vacíos de poder en el mismo se ven obligados a incursionar en ella.
“¿Quién está poniendo los cuerpos, la sangre y el sufrimiento en esta guerra? ¿Qué político o empresario de élite ha sido asesinado?, cuestiona al referirse sobre esta relación medios – cuerpos policíacos la cual, por sus constante enfrentamientos, “nos desgastan como sociedad. Hay periodistas que por una palabra mal dicha puede costarles no solo el trabajo, sino hasta la vida. Con los policías pasa lo mismo.” Las cifras ahí están.
Para Patricia Figueroa, esta relación abordada en su trabajo es un “vínculo que jamás fue”. A pesar de esto, ella ve, con un optimismo incierto como muchos, un posible cambio en México a partir del momento en que entendamos como sociedad que dicha relación se basa en un estado de derecho, y un “estado de derecho se logra cuando la gente piense bien lo que quiere y cómo lo quiere.”
Con autorización de Ediciones del Lirio y el Instituto Sinaloense de Cultura, Animal Político te trae este capítulo de regalo:
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