Desde las 20:00 horas de este jueves, un grupo de mujeres organizadas mantenía cerradas las instalaciones del plantel, en protesta por la situación de violencia que viven las estudiantes, trabajadoras y académicas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La mañana de este viernes denunciaron que, “a través de acciones violentas”, personas que identificaron como alumnos y profesores de la ENTS, las obligaron a entregar las instalaciones. Relataron que fueron “agredidas tanto verbal como físicamente, a pesar de haber escuchado las diversas opiniones y hacer un llamado a la solidaridad y la empatía”.
Expusieron que a las 6:30 horas del viernes un conjunto de personas, a quienes identificaron como estudiantes de la ENTS, acompañados de algunos profesores, “comenzaron a conglomerarse a las afueras del plantel con intención de entrar a través de acciones violentas”.
Sin embargo, en un comunicado la UNAM explicó que una mayoría de profesores y alumnos de la ENTS “decidieron abrir las puertas del plantel e ingresar para llevar a cabo sus actividades académicas normales”.
La Universidad señaló que el paro fue una decisión unilateral de “un reducido grupo de personas armadas con palos”, e incluso algunas de las mujeres embozadas “reconocieron no estar matriculadas en la ENTS”.
Pero las estudiantes señalan que sostuvieron un diálogo con los directivos del plantel y con integrantes de la comunidad estudiantil, y que la directora de la ENTS, Leticia Cano, “aceptó los términos previamente establecidos por las compañeras organizadas y acató que el paro era de 24 horas, invitando a los estudiantes a respetar la decisión y abandonar las instalaciones”.
Ante las agresiones que sufrieron esta mañana decidieron retirarse, y acusaron “ser perseguidas y falsamente acusadas de ‘porros’, ‘cobardes’ y ser ajenas a la comunidad estudiantil”, por lo que “responsabilizamos a Leticia Cano por los hechos acontecidos, ya que efectuó un comunicado donde exhortaba a las y los alumnos a “recuperar” las instalaciones”.
El grupo de alumnas refirieron, como partes de sus demandas, el intento de agresión sexual acontecido en los baños de la ENTS en marzo pasado; el incumplimiento del acuerdo de suspensión a los profesores denunciados por acoso sexual y hostigamiento; el ataque contra la vocera del CCH Naucalpan; una violación denunciada el 17 de octubre en la Facultad de Contaduría y Administración, “así como todos los casos de acoso, abuso de autoridad, violación y feminicidio hacia las integrantes de la comunidad universitaria”.
Entre septiembre de 2016 y junio de 2018, la UNAM registró 485 quejas por violencia de género, la mayoría de ellas por violencia sexual, psicológica, física y acoso. En la mitad de los casos, las agresiones se denunciaron en planteles de Ciudad Universitaria.