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Acidosis Tubular Renal: la enfermedad mal diagnosticada a niños mexicanos
Acidosis Tubular Renal: la enfermedad mal diagnosticada a niños mexicanos
3 minutos de lectura
Acidosis Tubular Renal: la enfermedad mal diagnosticada a niños mexicanos
24 de diciembre, 2018
Por: Gabriela Frías Villegas / @gavilla
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La hora de la comida siempre era un suplicio para Toño. Sin importar lo que Elena le preparara, el niño de dos años se negaba a comer. La madre creía importante insistir en que comiera porque se había puesto muy delgado. En sus palabras, hasta los seis meses había sido un bebé “gordito y rechonchito”. Un día en que el pequeño de cabello castaño y ojos color miel parecía más molesto que de costumbre, su mamá lo revisó. Se percató de que su boca estaba irritada y sus dientes estaban desportillados: habían perdido el esmalte. Elena pidió una cita con una odontopediatra (dentista especializada en niños), quien le confirmó que Toño tenía la dentadura muy dañada.

A Elena se le quiebra la voz cuando habla del diagnóstico que le dio la dentista: “Me dijo que Toño tenía un daño tan fuerte que habría que tratarlo en el quirófano, con anestesia general, para ponerle coronas en todos los dientes… ¡Estamos hablando de un niño de dos años de edad!”.

El daño que encontró la odontóloga en los dientes del niño era semejante al que ocurre cuando se ingiere alguna sustancia muy corrosiva. No solo estaba afectada su dentadura, además tenía un reflujo muy fuerte que le quemaba la boca. Elena comentó a la doctora que lo único que había ingerido su hijo, aparte de papillas suaves y leche materna, eran citratos (sales de ácido cítrico). Su pediatra se los había recetado en solución para controlar la acidosis tubular renal (ATR), que se le había diagnosticado hacía cerca un año.

En sus primeros seis meses de vida, Toño había tenido lactancia exclusiva. Cuando su pediatra indicó que tendría que empezar a comer sólidos, Elena comenzó a ofrecerle papillas, pero él las rechazaba. Al momento de cumplir un año, el bebé estaba muy delgado. Su mamá lo llevó al pediatra. Este ordenó que le hicieran un examen rutinario de sangre. Con los resultados, hizo un diagnóstico: Toño tenía Acidosis Tubular Renal (ATR). El primer tratamiento que le prescribió fue una dosis de bicarbonato de sodio, disuelto en agua, cada seis horas.

Elena decidió pedir una segunda opinión, por lo que fue a ver a una nefróloga pediatra (experta en enfermedades del riñón en niños) del Hospital Médica Sur. La especialista confirmó el diagnóstico del primer médico, pero cambió el tratamiento: Toño tomaría una dosis de citratos antes de cada comida.

Por dos años se le dio este tratamiento, pero no hubo cambio notable en el peso del niño. Durante ese tiempo, Elena le preguntó repetidamente a la nefróloga si los medicamentos tenían algún efecto secundario. La experta le aseguró que su hijo no tendría ningún problema, pues el tratamiento era muy suave.

Pero era todo, menos suave. La odontopediatra le dijo muy preocupada que esos citratos estaban dañando fuertemente a Toño y que habría que suspenderlos inmediatamente.

Si quieres conocer más sobre la Acidosis Tubular Renal, su tratamiento y la experiencia de quienes la padecen, lee el artículo completo en Newsweek en Español.

 

*La investigación de este reportaje fue financiada con apoyo de CONACYT para el proyecto 295670 “Los Intangibles. Revista online”, de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia, A. C., como parte de la Convocatoria para Proyectos de Comunicación Pública de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación 2018.

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Etiquetas:
Acidosis Tubular Renal
odontopediatra
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