El nombre de Mario Núñez Meza, apodado el M-10, surgió durante el juicio de Joaquín el Chapo Guzmán en Estados Unidos, ya que el FBI interceptó una llamada entre ambos, de 2011.
En ella, el M-10 presumió al capo que tenía contacto con un gobernador en México, aunque no se detalló el nombre del político.
“Sí, con él tenemos contacto diario se puede decir”, respondió Núñez.“Si hay comunicación con él está bien fácil”, continuó el Chapo en su diálogo con un hombre vinculado con cientos de asesinatos, que ayudó al cártel de Sinaloa en su batalla para controlar territorio.
Cuando ocurrió la llamada interceptada por el FBI, el gobernador de Chihuahua era César Duarte, quien ahora es prófugo de la justicia, al ser acusado por delitos de corrupción.
De policía a líder criminal
En agosto de 2013, Núñez Meza fue detenido en Ciudad Juárez, Chihuahua.
De acuerdo con la versión oficial, una denuncia anónima permitió su aprehensión, sin realizar un solo disparo, aunque al capturarlo le aseguraron una subametralladora calibre 9 milímetros.
En aquel entonces, las autoridades federales -del gobierno de Enrique Peña Nieto- señalaron que al M-10 se debía “buena parte” de la violencia generada en los estados de Chihuahua y Durango, al ser presunto responsable del asesinato de más de 350 personas, halladas en 23 fosas clandestinas.
Secuestro, homicidio, delincuencia organizada, delitos contra la salud, lavado de dinero, son parte de la lista de delitos atribuidos en México al hombre nacido en 1974.
Su historial criminal incluye su presunta responsabilidad en el asesinato de dos agentes del Ministerio Público en Durango, en 2010, y el homicidio de tres agentes antisecuestros de la Fiscalía General de Chihuahua, ocurrido en Ciudad Camargo, el 22 de septiembre de 2012.
De acuerdo con el medio Noroeste, el M-10 o el Mayito comenzó siendo policía municipal de Ciudad Juárez, Chihuahua, aunque la postre desertó de esa corporación, para ser parte del brazo armado de la Gente Nueva y ayudar al cártel de Sinaloa a enfrentarse al cártel de Juárez y a los Zetas.
El M-10 era visto como un criminal sanguinario de la Gente Nueva, colgando a sus víctimas de grupos rivales en puentes viales, o cortando sus miembros.
Noroeste también recordó que, en 2010, su nombre ya había llamado la atención de los medios, cuando un testigo ante un jurado en Texas aseguró que Núñez Meza presuntamente tenía tratos con un agente del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, para transportar drogas a ese país.
En territorio estadounidense fue señalado por los crímenes de tráfico de drogas como cocaína y mariguana, y por lavado de dinero, de acuerdo con la ficha de la DEA.
Animal Político llamó al Ministerio Público de la Federación, para conocer cuál es el estatus legal del M-10, pero hasta el cierre de esta edición no habían respondido.
Durante el juicio del Chapo Guzmán en Estados Unidos, diferentes testigos han señalado la forma en que operó el capo, al tener presuntos vínculos con diferentes autoridades mexicanas, para que con el pago de sobornos el cártel de Sinaloa pudiera realizar sus operaciones.
