Comunidad indígena logra que gobierno del Edomex cambie proyecto para autopista Naucalpan-Toluca
Después de 12 años de lucha, la comunidad otomí de San Francisco Xochicuautla, ubicada en el Estado de México, llegó a un acuerdo con el gobierno y una filial de Grupo Higa para que la autopista de peaje Toluca-Naucalpan no divida por completo el Parque Otomí Mexica, y deje confinados a los habitantes de la zona alta de Lerma y sin poder subir a la montaña.
De acuerdo al plan de la empresa, la obra de infraestructura partiría en dos la reserva natural. Lo que quedara de un lado y de otro estaría conectado solo por dos pequeños pasos. La comunidad otomí ya no tendría libre acceso a lugares del bosque, que para ellos son sagrados, y la fauna de la región estaría en peligro, al verse obligada a cruzar una autopista, vuelta de pronto frontera, en donde para ellos antes había libre tránsito.
Hay un acuerdo para suspender las obras en Xochicuautla: habitantes
En 2007, Enrique Peña Nieto, entonces gobernador del Estado de México, autorizó la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan, a la empresa TEYA S. A. de C. V, filial de Grupo Higa.
“El proyecto, como estaba planteado, afectaba bosques, fauna, lugares sagrados y la cultura de nuestro pueblo otomí, además de importantes fuentes de agua, que incluso abastecen a la zona metropolitana”, explicó, en entrevista con Animal Político, José Luis Fernandez, integrante del Consejo Supremo Indigena de la Comunidad Xochicuautla.
Ante ese plan, los habitantes de la zona se rebelaron. Nadie los consultó sobre el proyecto, alertaron, e iniciaron la lucha legal y de resistencia social. Esa batalla entró en su fase final en 2016, cuando los pobladores decidieron, frente al avance del 93.7 % del total de la obra, que tenían una única opción viable: proponer un proyecto alternativo que les permitiera conservar su paso por el bosque y proteger a la fauna y toda el hábitat.
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La propuesta sigue el trazo original de la autopista pero respeta los escurrimientos naturales subterráneos, que alimentan los ríos y fuentes de agua de la comunidad. “Nuestra propuesta respeta también el movimiento humano y de fauna, en lugar de cortar el paso”, asentó el Consejo Indigena en su posicionamiento oficial.
Para lograr esto, el proyecto alterno de la comunidad considera 10 pasos que se traducirán en puentes (uno de ellos mide 260 metros); pasos superiores multiusos con flora, (que servirán para mantener el continuo biológico de todas las especies) y un paso superior vehicular.
Además, la comunidad logró imponer un “Plan de Desarrollo Integral” con siete ejes estratégicos: educación, cultura, salud, deporte, productivo (sustentable y autosuficiencia alimentaria), forestal, (conservación y el cuidado de nuestros bosques) e infraestructura. En cada uno, la comunidad decidirá de manera autónoma los contenidos y acciones.
Otro logro es la creación de un fideicomiso, promovido por la recomendación 56/2016 de la CNDH, para que parte de los ingresos de la autopista Toluca-Naucalpan se destinen a obras de infraestructura en la comunidad, incluidos pozos para captación de agua pluvial.
. @CNDH evidenció que las autoridades y la empresa filial de grupo HIGA intimidaron a los pobladores de Xochicuautla https://t.co/BIDR5dBbC3 pic.twitter.com/AHQGBlKBY0
— AnimalPolitico.com (@Pajaropolitico) 16 de diciembre de 2016
Para los pobladores también es importante el reconocimiento moral. “Somos parte de una comunidad indígena en resistencia que logró crear una alternativa técnicamente mejor a la del gobierno y la empresa”, afirmó José Luis Fernández.
Los acuerdos, que terminaron de firmarse en marzo, fueron resultado de dos años de mesas técnicas con la empresa, y los gobiernos federal y del Estado de México, en las que la comunidad estuvo acompañada por testigos como la CNDH, la Organización de las Naciones Unidas y Servicios y Asesoría para la Paz.
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