Para 2020, el programa de Escuelas de Tiempo Completo, mediante el cual los niños pasan más horas en la escuela con actividades extra y, en algunos casos reciben alimentos, tendrán la mitad de presupuesto que 2019, cuando ya había sufrido un recorte.
De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, el programa operará con 5 mil 100 millones de pesos, pese a que está atendiendo a 25 mil planteles en todo el país, mil 505 escuelas más que en el último año del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. De hecho, el programa fue incluido en el primer informe presidencial del presidente Andrés Manuel López Obrador como parte de la estrategia “servicios universales y gratuitos de educación”.
En tanto, el programa La Escuela es Nuestra, que operará por primera vez, recibirá 7 mil 280 millones de pesos. El dinero será entregado directamente a cada escuela y cada comunidad decidirá cómo gastarlo para obras de infraestructura, equipamiento o adquisición de materiales.
Sin embargo, éste será un “subsidio” y por lo tanto, no tendrá reglas de operación, es decir, no tendrá obligaciones para su funcionamiento ni de comprobación de los recursos. En todo caso, la Secretaría de Educación Púbica (SEP) sólo debería emitir lineamientos antes de entregar los recursos.
El Programa Nacional de Reconstrucción, dedicado a atender a aquellas escuelas que sufrieron daños en infraestructura tras los sismos de 2017 y 2018 le quitarán prácticamente todo el presupuesto. En 2019 tuvo 800 millones de pesos, pero para 2020 se prevé sólo la asignación de 9 millones 25 mil pesos.
Si bien el gobierno actual reconoce que Escuelas de Tiempo Completo busca “aprovechar mejor el tiempo disponible para el desarrollo académico, mediante el establecimiento de escuelas con jornadas de entre seis y ocho horas diarias, garantizando el derecho a la educación”, es la primera vez, desde su implementación en 2009, que tiene un recorte presupuestal de este monto.
El primer recorte, de hecho, ocurrió en 2019, cuando tuvo 10 mil 190 millones de pesos para operación, mil millones menos con respecto al año anterior cuando tuvo 11 mil 243 millones de pesos.
Ahora tendrá 50% menos de recursos, que se ocupan sobre todo para pagar los salarios de los profesores que trabajan tiempo extra, para materiales educativos, comida, en el caso de las escuelas donde se ofrece también ese servicio. Éste programa significaba un apoyo, sobre todo para madres que trabajan, puesto que los niños salían más tarde de las escuelas.
Dicho programa ha sido transexenal, pues se implementó desde 2011, en la administración del presidente Felipe Calderón y continuó en el periodo de Peña Nieto, aunque no alcanzó la meta de incorporar 40 mil escuelas al final de su sexenio.
De acuerdo con el informe presidencial de López Obrador, hasta el 30 de junio de 2019 operaron 25 mil 639 Escuelas de Tiempo Completo en todo el país, aunque las más beneficiadas son escuelas indígenas, que representan 68% del total y de éstas, la mayoría se encuentra ubicada en comunidades rurales.
En tanto, el nuevo programa de la actual administración La Escuela es Nuestra, será una estrategia para entregar dinero directamente en cada plantel, para que cada comunidad decida cómo gastarlo, aunque no se han emitido lineamientos para su operación; es decir, no se sabe si en caso de una obra o una compra, quién elegirá a las empresas, o hará los contratos.
