En México, la desigualdad significa que aunque la educación es un derecho establecido en la Constitución, no todos tienen acceso a él, sobre todo quienes se encuentran en situación de desventaja por cuestión económica u origen.
Por ejemplo, dos de cada 10 niños hablantes de lengua indígena, de entre 3 y 17 años, no asisten a la escuela, y si además esa población tiene alguna discapacidad, la incidencia aumenta a 31%.
Más de 841 mil personas en edad de estudiar, trabajan en lugar de ir a la escuela y más de 270 mil niños, niñas y adolescentes jornaleros agrícolas no estudian. Pero aún entre aquellos que sí pueden ir a la escuela, 19.5 millones se encuentran en situación de pobreza y 3.9 millones en pobreza extrema, lo que tiene un impacto en el aprovechamiento escolar.
¿Qué hacer para que la educación incluya a todos? La Secretaría Educación Pública (SEP) concluyó la Estrategia Nacional de Educación Inclusiva (ENEI) para aplicarla en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, que incluye seis ejes rectores que van desde el aumento presupuestal hasta adecuaciones de infraestructura, planes de estudio y capacitación para profesores.
Por ello es que, de acuerdo con el documento, “lo que se requiere es un cambio que va mucho más allá de la implementación de programas y asignación de subsidios para poblaciones específicas”.
En contraste, el presidente López Obrador ha decidido privilegiar, con aumento presupuestal de por medio, los programas de becas para todos los niveles educativos, e incluso sustituir o eliminar programas para personas con discapacidad por entrega directa de dinero.
Tal es el caso del Programa para la Inclusión y Calidad Educativa que atendía a 177 mil alumnos con discapacidad, creado para “garantizar la inclusión y equidad de las personas con discapacidad y las personas con aptitudes sobresalientes o talentos específicos en todos los ámbitos de su vida, priorizando el educativo”.
El año pasado operó con 289 millones de pesos, pero en el proyecto de presupuesto de 2020 no se le asignan recursos. En cambio el presupuesto del ramo de Educación destinará 48 mil millones de pesos en 8 programas, en su mayoría subsidios, es decir, de entrega directa de dinero como Jóvenes Escribiendo el Futuro o La Escuela es Nuestra.
Sin embargo, para la SEP, lo importante es “construir y fortalecer políticas de equidad e inclusión que eliminen la exclusión y el abandono escolar, la discriminación y el rezago educativo”.
Los ejes
En el documento, la SEP propone seis ejes rectores de la Estrategia: La Armonización legislativa y normativa, desarrollo de modelos de atención con enfoque inclusivo, formación de los agentes educativos, sistema integral de información para la educación inclusiva, centros educativos accesibles para el aprendizaje, y la participación y las estrategias de comunicación y vinculación a favor de la inclusión intersectorial.
1) Armonización legislativa y normativa, tiene como objetivo que las autoridades educativas de los tres ámbitos de gobierno actualizaran, armonizaran y articularan su normatividad para asegurar el enfoque de inclusión y eliminar la discriminación estructural y la exclusión. Para ello se pretende como meta, para 2024, un incremento de 30% en el presupuesto de la SEP.
2) Desarrollo de modelos de atención con enfoque inclusivo para desarrollar los modelos de atención, así como las trayectorias curriculares por tipo, nivel y modalidad que se pueden ofrecer a los estudiantes en situación de vulnerabilidad; teniendo en cuenta sus contextos, características, necesidades y condiciones. La meta para 2024 es “ofrecer modelos de atención para las y los estudiantes indígenas y migrantes, en la educación obligatoria, que priorice el logro de aprendizajes para la inclusión educativa, social, cultural y laboral”.
3) Formación de los agentes educativos, que consistirá en implementar acciones para que en la formación inicial de docentes y actualización continua se desarrollen las competencias que requieren para atender a estudiantes en situación de vulnerabilidad en cualquier tipo, nivel y modalidad educativa. Esto pasará por capacitaciones, distribución de materiales como guías o hasta incentivos a los profesores que atienden población en situación vulnerable.
4) Sistema integral de información para la educación inclusiva. Esto implicará contar con un sistema de información estadística confiable sobre servicios educativos y estudiantes en situación de vulnerabilidad en todos los tipos, niveles y modalidades educativas. Esto implicará hacer cuestionarios estadísticos y “contar con la georreferenciación de los servicios de educación que atiendan a las y los estudiantes indígenas, migrantes, con discapacidad o con aptitudes sobresalientes por tipo de servicio, nivel educativo, sostenimiento y turno”.
5) Centros educativos accesibles para el aprendizaje y la participación, con lo que se busca que la infraestructura escolar, equipamiento y materiales sean accesibles para que los estudiantes puedan entrar, desplazarse, salir, orientarse, comunicarse, participar ya aprender en igualdad de condiciones que el resto de los estudiantes. Para lograrlo se establecerán “normas de accesibilidad” y remodelación de espacios.
6) Estrategias de comunicación y vinculación a favor de la inclusión intersectorial, y entre las estrategias estará hacer alianzas con universidades y organizaciones para ofrecer atención complementaria en actividades deportivas, artísticas y culturales accesibles y con enfoque de inclusión; campaña en medios de comunicación masivos para promover la educación inclusiva y garantizar que las páginas web oficiales de la SEP sean accesibles para todas las personas, entre otras.
