El titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú, reiteró que no hubo ningún atentado que ocasionará el accidente aéreo en el que murió la entonces gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, y el senador Rafael Moreno Valle, ya que no se halló ningún rastro de explosivos durante el peritaje, ni algún balazo.
“No se han encontrado restos de pólvora, o algún balazo u otra prueba que pudiera apuntar al atentado, están integras las piezas (del helicóptero)”.
Indicó que lo único que se descarta hasta el momento es el atentado, pero no la falla mecánica ni el error humano, “no se descarta nada”.
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En conferencia de prensa, Jiménez Espriú indicó que hasta el momento ya no tienen ninguna prueba de laboratorio pendiente de analizar. Ahora, explicó, los especialistas solo se dedicarán a analizar los indicios recabados.
El funcionario señaló que la comisión de expertos se reunirá el 20 de enero para analizar los peritajes sobre el accidente, luego de que concluyó la recopilación de las pruebas.
Sostuvo que en el primer trimestre de 2020 se tendrá el resultado final de las investigaciones del caso en donde se establecerán las causas que originaron el accidente.
Jiménez Espriú aseguró que el gobierno federal no ha ocultado ni manipulado nada del accidente y criticó que durante estos 12 meses, el accidente ha sido utilizado políticamente por algunos para “llevar agua a su molino”, aunque no quiso aclarar a qué o a quiénes se refería.
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— SICT México (@SCT_mx) December 23, 2019
El 24 de diciembre de 2018, Martha Erika Alonso y su esposo el exgobernador Rafael Moreno Valle murieron tras desplomarse el helicóptero en el que viajaban de Puebla a la Ciudad de México.
El helicóptero en el que viajaban con otras tres personas se desplomó a los diez minutos de haber despegado, ocasionando la muerte de los cinco tripulantes.
La aeronave, XA- BON, cayó en el municipio de Coronango, Puebla.
