El presidente Donald Trump declaró estado de emergencia para enfrentar al COVID-19 que se extiende por todo Estados Unidos.
En un mensaje emitido desde la Casa Blanca, el segundo sobre el tema esta semana, subrayó que se destinarán 50 mil millones de dólares para dar asistencia vital a los estados, ciudadanos y negocios afectados.
Mediante esta declaratoria se tendrá acceso a fondos federales para autoridades locales y estatales, lo que beneficiará en particular a los lugares donde más se han expandido los contagios.
El anuncio se da mientras Estados Unidos reporta alrededor de mil 600 casos, la expectativa de que el punto más alto del número de infecciones esté por venir en los próximos días y el deceso, hasta la mañana de este viernes, de 40 personas.
Se responsabiliza a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) de las tareas necesarias, con las entidades que conforman al país precisando sus necesidades.
La declaración se dio mientras en el Congreso se dan los últimos toques a un programa basado en apoyos para trabajadores afectados por el COVID-19 y sus familias, así como empresas también afectadas.
La administración Trump ha sido criticada por retrasos en la entrega de kits de prueba, que según expertos de salud llevaron a que el virus se extendiera por el país.
“Estamos anunciando una nueva asociación con el sector privado para aumentar y acelerar enormemente nuestra capacidad de probar el coronavirus”, dijo Trump.