El personal de Salud enferma gravemente y fallece en menor proporción que la población en general, por lo tanto, no representa un mayor riesgo ser médico en México, dijo José Luis Alomía, director de Epidemiología de la Secretaría de Salud tras el reporte de Amnistía Internacional que ubica al país como el primer lugar mundial en decesos de personal médico.
Hasta este 3 de septiembre, sumaban mil 410 fallecimientos de trabajadores de la salud, de los cuales 49% son médicos, 29% tienen otras ocupaciones, 18% son de enfermería, 2% de odontología y 2% de laboratorio. Más 104 mil 590 casos positivos.
Estas cifras colocan a México por arriba de países como Estados Unidos que han registrado 1,077 fallecimientos de trabajadores de la salud y en Brasil, 634, donde las tasas de infección y mortalidad han sido altas durante toda la pandemia.
Sin embargo, Alomía rechazó la comparación al considerar que “no tiene un sustento técnico, ni es lo más adecuado al comparar números totales o absolutos”.
De hecho, dijo, ni siquiera se podría hacer la comparación “mundial o internacional”, pues hay países que ni siquiera reportan los decesos del personal de salud en los reportes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Tiene que ver con diferentes factores, el total de personas que fallecen se debe a un modelo en un momento determinado de vigilancia epidemiológica o cómo cada país lleva el registro de su mortalidad”, dijo en la conferencia vespertina de este jueves.
Explicó que la Secretaría de Salud ha medido el impacto del virus entre la población médica y no representa mayor riesgo al compararla con el contagio y letalidad de la población en general.
“Ya hemos visto que con la población en general la enfermedad grave se presentó en 25%, porque el sistema de vigilancia se enfoca en la enfermedad grave. Entre el personal de salud, 93% desarrolló leve, 7% desarrolló enfermedad grave. Este grupo en específico enfermó menos en comparación a la población”.
Además, la letalidad en este grupo, del total confirmados con prueba de PCR y el grupo que falleció a consecuencia de la enfermedad, la letalidad es de 3.8%. El grupo de profesionales fallece menos que la población en general”.
Por lo tanto, los profesionales de la salud enferman menos gravemente y fallecen en menor proporción, lo cual “no evidencia un mayor riesgo o frecuencia de enfermar grave o fallecer en relación con la población en general. Si estuviera por encima de la media, podríamos pensar que es un riesgo ser médico en México. Los datos no apuntan a esto”.
Recordó que como parte de los lineamientos de la Secretaría de Salud al inicio de la pandemia plantearon que aquellos trabajadores de la salud que presentaran algún signo o síntoma de la enfermedad “debía ser muestreado, clasificado y enviado a domicilio y cumplir con el aislamiento. Esto en el 100% de los casos sospechosos”.
