Un sismo de magnitud 6.7 se registró este viernes frente a la isla griega de Samos, sureste del mar Egeo, cerca de Turquía, provocando severos daños y varios derrumbes.
El sismo se sintió en la isla de Creta y Atenas, informó el observatorio griego de sismología. También afectó a la ciudad de Esmirna, en el oeste de Turquía, donde cayeron algunos edificios, informó el Instituto Geofísico de Estados Unidos (USGS) y los medios turcos.
De acuerdo con los primeros reportes, el sismo provocó un “mini-tsunami” en el mar Egeo, propiciando inundaciones en la isla de Samos, donde se reportan los daños materiales más graves.
Reportes oficiales señalan que en Turquía hay cuatro muertos y 120 heridos.
El canal de televisión pública griega Ert detalló que cayeron rocas en Samos y los habitantes salieron a las calles.
“Se desplomaron muros de algunas casas y varios edificios resultaron dañados”, según el vicealcalde de Samos, Michalis Mitsios, entrevistado por Ert.
El sismo, de una duración importante, “se registró a las 11H51 GMT y su epicentro se ubicó a 19 kilómetros de Samos y a dos kilómetros de profundidad”, según un comunicado del observatorio.
En un primer momento, el observatorio evaluó la magnitud del sismo en 6,6, pero luego la revisó a 6,7.
Grecia se encuentra situada sobre importantes fallas geológicas y los terremotos son frecuentes, sobre todo en el mar, pero no suelen provocar pérdidas humanas.
