A un mes del transfeminicidio de Dayana su familia no sabe qué le ocurrió y el asesino sigue libre
La última vez que la familia de Dayana Cervantez supo de ella fue la tarde del 5 de junio pasado, cuando salió de su casa, en Juanacatlán, Jalisco, para ir a trabajar en un bar ubicado en el municipio vecino de Zapotlanejo.
Dos días después, su madre recibió la noticia de que había sido encontrada sin vida en Tonalá.
“Tenía 18 años, iba a cumplir 19 el cuatro de octubre. Le gustaba mucho bailar, era mesera y continuamente trabajaba toda la semana. Ese sábado salió a su trabajo, como lo hacía siempre, y tuvo que haber vuelto a más tardar a las 8 de la mañana del domingo, pero ya no volvió”, recuerda su madre, Carmen Chávez.
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De acuerdo con la asociación Unión Diversa de Jalisco, en un mes han asesinado a cinco mujeres trans en el país, dos de ellas en dicho estado, entre el 7 de junio y el 7 de julio.
Se trata de Valeria Carrasco (Colima), Kendra (Tijuana, Baja California), Ivonne Álvarez (Ciudad de México), Michell (El Salto, Jalisco) y Dayana (Tonalá, Jalisco), quienes según la organización presentaron golpes y huellas de violencia.
Un mes sin saber lo que pasó
Cada domingo por la mañana, Dayana iba a desayunar al local donde trabajaba su madre, pero ese 6 de junio no llegó. Carmen la esperó sin éxito, y al volver a su casa por la tarde su esposo le dijo que tampoco estaba ahí, por lo que comenzaron a llamarla a su teléfono celular, sin obtener respuesta.
Ambos acudieron al bar ‘El Cuchitril’, cerca del fraccionamiento Villas de Andalucía, donde trabajaba Dayana, pero el encargado les dijo que no tenía información sobre la joven. Lo único que pudo ofrecerles fue preguntar por ella entre sus compañeras, a través de un grupo de WhatsApp, y la respuesta fue la misma: nada. La habían estado llamando, pero su teléfono mandaba a buzón.
“Ese día no había ni patrullas porque estaban en lo de las votaciones. Tuvimos que ir a una casilla a buscar un policía y yo les comenté que no había regresado del trabajo, que la habíamos salido a buscar. Estábamos en eso cuando mi hijo me habló por teléfono y me dijo que ya había preguntado cómo levantar el reporte de desaparición, pero pidieron que esperáramos 24 horas”, recuerda.
Esa noche Carmen no pudo dormir, menos después de que escuchó a vecinos de la zona comentar que habían encontrado a una persona con las características de Dayana sin vida, pero no tuvo más información. Fue hasta la mañana siguiente, cuando prendió la televisión, que vio una nota en la que mencionaban el hallazgo.
“Mi esposo paró una patrulla y nos mandaron a las oficinas del Salto. Nos pidieron fotos para el boletín de búsqueda, pero dijeron que la difusión iba a tardar 72 horas. Yo les dije que no me podía esperar tanto y les pregunté si habían recibido el reporte del hallazgo que vi en el noticiero. Las autoridades empezaron a comunicarse a la Cruz Verde y al Instituto Forense, donde les mandaron unas fotografías que le mostraron a mi esposo y mi hermana… y sí, eran sus tatuajes”, narra Carmen.
Esa misma tarde se trasladaron al Instituto de Ciencias Forenses y Ricardo, el hermano de Dayana, reconoció el cuerpo, aunque solo pudo verla de manera virtual. Observó su rostro, su ropa llena de sangre y no tuvo más información, hasta días después. Las autoridades solo dieron como dato a la familia que la causa de muerte fue por disparos de arma de fuego.
Ricardo preguntó a los funcionarios acerca de las versiones de medios locales, que señalaban que la joven había sido mutilada y que por eso había sangre en sus mallas, pero no obtuvo respuesta. Les dijeron que en su momento sabrían de lo ocurrido, pero a un mes del asesinato de Dayana la familia solo ha obtenido silencio.
El asesino de Dayana sigue libre
Lo único que Carmen sabe acerca de lo ocurrido con su hija es que la vieron dentro de un vehículo con un hombre del que, según videos recabados por la Fiscalía de Jalisco, solo se distingue una camiseta blanca.
Las autoridades le han dicho que ya tienen la camioneta, pero el asesino de Dayana sigue libre. Aunque su madre ha preguntado quién es, para estar alerta ante alguna represalia, no le han dado información.
“Yo les pregunté por el identificado, pero dicen que no me pueden dar ese informe, que porque las familias toman represalias, pero yo solo quiero justicia. Ellos no me han dicho nada, solo que su cuerpo lo hallaron boca abajo. Me dijeron “¿Traía pestañas?” y yo dije que sí. Ellos (la Fiscalía) dicen que ya tienen la investigación completa, pero necesitan la orden del juez para detener a la persona”, lamenta.
Por miedo a que la persona que mató a Dayana les haga daño por buscar justicia, Carmen tuvo que abandonar su trabajo en un restaurante. De todas formas dice que no se siente segura en su casa. La Fiscalía de Jalisco le dijo que tendría vigilancia policiaca, pero después del día en el que se lo notificaron, las autoridades nunca volvieron.
En la Fiscalía les han pedido paciencia y les ofrecieron apoyo psicológico. “Pero yo para tener paz quiero justicia. Ya no voy a tener a mi hija”, señala Carmen.
Además del miedo ante represalias del asesino, ella y su familia continúan siendo revictimizados, pues medios de comunicación locales y vecinos circulan un video en el que presuntamente aparece Dayana, cuando su cuerpo fue hallado. A pesar de que denunciaron estos hechos, las autoridades les dijeron que eso no es un delito, por lo que no pueden hacer nada.
“Yo siento que es una falta de respeto, porque yo quiero que la recuerden a ella como era, pero la licenciada que lleva el caso dijo que no existe ese delito. Espero que se dejen de difundir esas imágenes”, pide la mujer.
Unión Diversa Jalisco informó que, según el informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra las Personas LGBT+, de enero a julio de 2021 se han reportado 36 asesinatos de esta población, de los cuales 14 corresponden a mujeres trans.
Animal Político consultó a la Fiscalía de Jalisco sobre el caso y las denuncias de la familia de Dayana sobre negarles información, sin que hasta el momento de la publicación hayan respondido a la solicitud.
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