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Navidad sin desechar: recomendaciones sobre cómo festejar para no generar basura
Navidad sin desechar: recomendaciones sobre cómo festejar para no generar basura
7 minutos de lectura
Navidad sin desechar: recomendaciones sobre cómo festejar para no generar basura
23 de diciembre, 2021
Por: Arantza Ocampo
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Regalos, envolturas, adornos, arbolitos, comida, bebida…La Navidad involucra muchos elementos que no siempre son buenos para el medio ambiente. En fechas decembrinas, el consumo per cápita, tan solo en la Ciudad de México, aumenta hasta en un 25%, según informó el gobierno capitalino.

De acuerdo con el Inegi, en temporada ordinaria, una persona genera –en promedio– 854 gramos diarios de desechos y cada día se recolectan 107 mil 55 toneladas de basura. 

Exponenciado en 25 por ciento en temporada decembrina, los desechos por persona podrían aumentar hasta más de mil diarios y la basura alcanzaría las 133 mil 818.75 toneladas.

Ya antes, la Secretaría de Obras y Servicios de la CDMX advirtió que durante estas festividades la producción de residuos sólidos aumenta 30% en comparación con el resto del año.

Es por eso que la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) capitalina ha emitido varias recomendaciones para evitar generar basura y contribuir al cuidado del medio ambiente.

Bajo la consigna de “Festejar sin desechar”, la Sedema invita a la ciudadanía a emplear recipientes reutilizables en reuniones, llevar bolsas de tela al mercadito local para hacer las compras navideñas y evitar las envolturas de regalos.

Aún así, existen otras alternativas con las cuales se puede evitar contribuir a la gran cantidad de basura que se genera a final de año.  Aquí traemos algunas para ti:

Consejos para una Navidad ecofriendly

Animal Político habló con Charlotte Brum, publicista, activista y creadora de “No seas waste“, quien se ha dedicado a hacer contenido para enseñar a sus seguidores cómo eliminar los residuos de su vida cotidiana.

Ella misma reconoce que en época navideña “siempre se generan residuos” y que no ha vivido una Navidad en la que “no se haya generado nada de basura”.

Sin embargo, ofreció algunos consejos sobre cómo pasar una Navidad tradicional, sin contribuir a la gran cantidad de basura que se genera en esta temporada.

Regalos

“No regalar cosas, regalar experiencias”, fue lo primero que recomendó Brum en este ámbito. Mientras que los objetos corren riesgo de perderse, olvidarse o tirarse, las experiencias son inolvidables, señala.

La clave es regalar experiencias que sean relevantes para la persona a la que están destinadas, algunos ejemplos son: cupones hechos a mano para hacer actividades en grupo o pareja, boletos para el teatro o algún concierto; un viaje a un pueblito mágico, una salida a cenar o desayunar; talleres de cerámica o clases de canto.

Y si ya compramos el regalo, ¿qué hacemos? Lo que resta es evitar comprar envoltura, en especial si es papel metalizado, ya que es difícil de reciclar. “Usa lo que tengas en casa”, dice Charlotte, ya sea papel de regalo que haya sobrado, cajas de regalos recibidos antes, periódicos o revistas.

También se puede optar por envolver con tela, con una servilleta de tela, o con un accesorio que le agrade a la otra persona, como un paliacate, bandana o pashmina: “parte del regalo también puede ser la envoltura”.

 

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Adornos

La principal recomendación es reutilizar los adornos de años pasados y si ya no gustan, se puede hacer un trueque con familiares, amigos o compañeros de trabajo.

“Lo más importante es que si te gusta la Navidad, pues que tengas adornos que vas a usar muchas veces. Si quieres unos adornos tradicionales la idea es que compres el que más te guste y que lo reutilices todos los años”, señala Charlotte Brum. 

En cuanto a los adornos que estén viejos o estén descompuestos, la activista dice que es muy difícil que puedan reciclarse, por lo tanto recomienda “revivirlos”, ya sea reparándolos o pintándolos.

Árboles de Navidad

¿Qué arbolito elegir: el artificial o el natural? “El mejor arbolito es el que ya tienes en tu casa”, comenta Charlotte, “lo importante es cuidar las cosas”.

Si en casa hay un árbol artificial, procurar heredarlo por muchas generaciones, o bien, se puede armar uno con lo que se ya tenga: listones, ramas y hasta libros.

“El arbolito es un símbolo, no es tanto como literalmente tener el árbol natural, sino un símbolo que lo represente”, comenta Brum con Animal Político.

Otra alternativa es rentar uno en maceta; sin embargo, la activista afirma que no es la mejor idea, ya que no se sabe con claridad si las personas los cuidan bien o si son reforestados después de su uso.

En caso de que se desee un árbol natural, Brum señala que hay que optar por el negocio local, que esté regulado por la Comisión Natural de Bosques (Conafor) y cuente con certificaciones, como el sello FSC, el cual garantiza que los productos proceden de bosques y plantaciones bien gestionados.

Cena navideña

En la cena de Nochebuena también puede generar una gran cantidad de desechos, por lo tanto lo primero que se debe hacer es una buena planeación e involucrarse con quienes van a hacer y comprar la cena, comenta Charlotte.

Esto incluye preguntar: cuántas personas van a estar en la cena para calcular las porciones de comida; qué platillos sí quieren y cuáles no; también si hay alguna persona vegetariana o vegana para incluir alternativas sin productos de origen animal al menú.

Una vez que se haya considerado lo anterior, lo siguiente es buscar los ingredientes en el tianguis o en el mercado local y comprar cosas a granel, pero lo más importante es: “comprar lo que necesitas y con la menor cantidad de empaque posible”.

“Es tratar de erradicar un poco este pensamiento de: más vale que sobre y no que falte; no, más vale que sea lo justo”, sostiene Brum.

¿Y qué se puede hacer con los desechos orgánicos? Charlotte comenta que se puede hacer composta con los residuos de frutas y verduras, y en cuanto a los productos de origen animal, existe el servicio llamado ‘Hagamos Composta’, que recibe todo tipo de residuos, “van por ellos hasta tu casa y hacen la composta por ti”.

Navidad al estilo zero waste

Según el sitio web oficial de Zero Waste International, la definición de este estilo de vida es: “la conservación de todos los recursos a través de una producción y consumo responsable, reuso y recuperación de productos, paquetes y materiales, sin quemarlos o tirarlos a la tierra, agua o aire”.

Gira entorno a cinco ejes, mejor conocidos como las 5R’s: rechazar, reducir, reutilizar, reciclar y reintegrar a la tierra. ¿Y cómo se pueden aplicar en Navidad? Charlotte Brum explica:

  • Rechazar: entrar a intercambios, en los que los regalos y envolturas pueden terminar en la basura, y los desechables en la posada y en la cena. “La idea es rechazar en estas fechas la mayor cantidad de desechables que se atraviesen en tu camino”, dice la activista.
  • Reducir (es eso que no puede rechazar): “no puedo rechazar la idea de que voy a dar regalos, pero puedo reducir la cantidad de regalos físicos que voy a dar; no puedo rechazar comer, pero puedo reducir la cantidad de alimentos de origen animal que voy a comer; no puedo rechazar vestirme, pero puedo reducir la cantidad de ropa que voy a comprar para el outfit de Navidad y el Año Nuevo”.
  • Reutilizar: las envolturas del año pasado, la ropa usada en Navidad y ponérsela en Año Nuevo; los adornos, los tuppers para los eventos y reuniones; el termo para las bebidas calientes, entre otros.
  • Reciclar: los Tetra Pak de la leche, las latas con leche condensada, el cartón de las cajas; el PET de los refrescos, las botellas de vidrio del vino y las envolturas de los regalos, siempre y cuando sean de papel. “Todo eso se puede reciclar y lo separamos, no se vale en una bolsa grande negra echar las envolturas y lo que sobra de la comida, así como la botella de alcohol y la botella de PET”, aclara la activista.
  • Reintegrar a la tierra: los residuos orgánicos, como las cáscaras de la comida y los restos de lo que no se consumió, “pues todo eso tampoco es basura, son cosas que pueden reintegrar a la tierra haciendo una composta en tu casa o que alguien lo haga por ti y todo eso se convierte una vez más en tierra fértil”.

Finalmente, Charlotte Brum recomienda a quienes todavía tengan dudas o temor a adentrarse en el cambio de hábitos a favor del medio ambiente a “que vayan poco a poco y que disfruten mucho del camino”, que incluso lo vean como un juego.

“A mí se me hace muy divertido, eso es lo que me gustaría transmitir, que se diviertan mucho encontrando alternativas y que si no encuentran alternativas pues no pasa nada, hacemos lo que podemos con el contexto que tenemos. No todas las alternativas son para todas las personas, pero sí todas las personas podemos hacer algún cambio”.

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Etiquetas:
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