Abogada denuncia que mujeres policías de CDMX la golpearon y robaron su cartera en la marcha #8M
Como desde hace tres años, la abogada Enma Obrador, de 51 años, y la colectiva de mujeres con las que colabora quedaron de verse el pasado 8 de marzo cerca del Ángel de la Independencia, para marchar juntas hasta el Zócalo. Pero antes de que pudieran unirse al contingente, Enma denuncia que fueron agredidas por policías y, en su caso, que incluso le robaron su cartera.
Los hechos ya se convirtieron en una denuncia formal en la Fiscalía capitalina, mientras que la Unidad de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública también investiga.
“Nosotras no hacemos acción directa (pintas y confrontación con policías), nuestra forma de manifestación es pacífica, aunque reconozco y creo que la acción directa es importante… pero bueno, nosotras no íbamos a eso, estábamos esperando a las compañeras y una de nosotras traía un carrito de mercado color lila que en su interior tenía una caja de cartón con una cámara fotográfica profesional”, relata Enma.
El forcejeo con las mujeres policías comenzó cuando, sin previo aviso ni intento de diálogo, comenzaron a cercarlas y les arrebataron el carrito, argumentando que eran sospechosas de portar objetos peligrosos para provocar agresiones en la marcha.
“Muy desesperada, la dueña del carrito empieza a forcejear con las policías y entonces ya no solo se llevaban sus cosas, sino también a ella. Cuando veo esto, en calidad de defensora me acerco para ver que no se la lleven y decirle sus derechos, pero también me jalonearon a mí. Una tercera compañera intentó auxiliarnos, pero nos rodearon a todas”, recuerda.
En medio de los jalones y golpes, Enma cayó de espaldas e inmediatamente fue auxiliada para incorporarse por cuatro policías, entre quienes de acuerdo con la abogada se encontraba Lucía Karen Ortiz, conocida como “jefa Andrómeda”, quien funge como inspectora general de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), reconocida por haberse sumado a la protesta 8M de este año.
Vean como nos encapsularon, fue ahí cuando le quitaron la cartera a @enmaobrador. pic.twitter.com/VluGVKPyCy
— Fátima Schiaffini (@fatimaschiob) March 9, 2022
“Me levantó la jefa Andrómeda, la que sale en los videos. La puedo identificar perfectamente porque la vi en la tele y en redes sociales donde se compartió su participación en la marcha. Me ayudó junto con otras tres policías, pero claro, primero me tiraron. Y aunque me sacudieron, al mismo tiempo registraron mi mochila, una bolsa de jerga que traía en la espalda con mi cargador del celular y mi cartera, en la que traía credencial de elector y mi cédula profesional. Hay un video que lo muestra”, detalla en entrevista Enma.
En videos compartidos en redes sociales por asistentes a la marcha se observa cómo la dueña del carrito y de la cámara llora y grita que se la devuelvan, mientras otras manifestantes se acercan a las policías para exigirles los objetos robados. En seguida, las uniformadas y las agraviadas caminan hacia un callejón, aún entre gritos.
@Claudiashein su policía nos encapsula antes de iniciar la marcha me tiraron, me quitaron mi bolsa, tiraron mis cosas y se robaron mi cartera, precisamente la policía que salió en las noticias, ya presente mi queja en derechos humanos hay testigos y videos¡¡¡
— Feminauta♀️🏳️🌈💚☮️ (@enmaobrador) March 8, 2022
“Nos maltrataron, empujaron, golpearon y ya que pasó todo no nos querían devolver el carrito, que porque era un objeto de riesgo. Nos explicaron que la revisión fue porque presuntamente llevábamos bombas molotov, pero nunca nos pidieron permiso de revisar nada. Si nos lo hubieran pedido les hubiéramos dicho que sí, pero solo llegaron y nos agredieron”.
“Después me acerqué a hablar con la jefa Andrómeda, le dije todo lo que ahorita estoy señalando, que soy defensora de derechos humanos, les di mi nombre y pedí la cámara de la chica, les dije que estaban haciendo mal su trabajo, y que si tenían como objetivo vigilar a algún grupo en específico se habían equivocado”, señala la abogada feminista.
La cámara les fue devuelta y las policías se disculparon, pero la cartera y las identificaciones de Enma Obrador no aparecieron. De hecho, como se observa en uno de los videos, ella continuó reclamando por sus pertenencias y no obtuvo respuesta. Las uniformadas la ignoraron y siguieron caminando, ante la orden de su superior de continuar con el operativo en la marcha, que para entonces ya había comenzado a avanzar con rumbo al zócalo.
“Fue abuso de autoridad, criminalización y represión”
Enma expresa que, en medio de todo lo ocurrido, le dio coraje que las policías le dijeron que la revisión de las pertenencias había sido “por su seguridad”, y que argumentaran ante los reclamos e insultos de quienes defendían a las agraviadas que, como uniformadas, eran “iguales” a ellas, por el hecho de ser mujeres.
“Cuando vieron que no traíamos nada nos dicen ‘ay, disculpen, es que estamos revisando todo por seguridad’. Yo les respondí que no, que al contrario, violentaron mi seguridad con esa conducta, aunque son mujeres, claro, pero en ese momento no éramos iguales. Una me decía ‘somos igual que tú, soy madre de familia’, pero no, es importante que quede claro: las compañeras actúan como una autoridad y traen el respaldo de los uniformes, de los cascos y escudos, de la fuerza pública del Estado. No son iguales a nosotras, estamos en una posición de desigualdad y ellas en una de poder sobre nosotras”, reflexiona.
“Lo que vivimos el 8M fue un abuso de autoridad, criminalización y represión, a mí me queda claro”.
Después de estos hechos, la colectiva se unió como contingente a la protesta, pero “ninguna de las chicas estuvo tranquila, minaron nuestra emoción, fuimos violentadas también emocionalmente, y para mi todo lo que sucedió fue violencia institucional en razón de género. Nos violentaron porque éramos mujeres que estábamos en una marcha”.
A la mañana siguiente, y con dolor en todo el cuerpo a causa de la caída, Enma acudió a poner una queja en el área de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina, y otra a la Comisión de Derechos Humanos local. Además, interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), por los delitos de abuso de autoridad, robo calificado con violencia y robo a transeúnte en vía pública, contra quien o quienes resulten responsables.
“Hay una certificación del médico legista, yo no presento raspones ni moretones porque traía pantalón de mezclilla. Pero la verdad el médico me atendió muy mal, me recibió terrible, me dijo que tenía que desnudarme para revisarme y la dije que no quería que me revisara. Le mostré dónde me dolía, porque tengo una protuberancia como una bola… y en el documento mejor puso que yo iba a ir con un particular. Se lavó las manos”, reclama.
Y agrega: “Más allá de la lesión física me provocaron una lesión emocional, violencia psicológica. Que no esperen sangre, a mí me tiraron ellas, nada me hubiera pasado si no hubieran actuado de esa forma. Yo solo estaba ahí parada, no me habría tirado el aire, todo sucedió porque ellas intervinieron”.
Del resto del proceso de denuncia, lo que Enma recrimina es que en la SSC le pidieran gastar dinero en fotocopias que le pedían ir a sacar en algún negocio particular, pues no tenía un peso ni sus tarjetas después del robo, además de que tuvo que subir siete pisos por las escaleras del edificio en el que se ubican las oficinas, aún con el dolor, para interponer la queja en el área de Asuntos Internos. Finalmente accedieron a sacar ahí mismo las copias de los documentos.
Animal Político consultó a la SSC sobre la denuncia realizada, dependencia que respondió que las policías implicadas ya fueron citadas a declarar, y que colaboran con la FGJCDMX para el esclarecimiento de los hechos. La Fiscalía, por su parte, no respondió a las peticiones del medio hasta el momento de la publicación.
A manera de conclusión, Enma reflexiona: “Es importante que no nos vean como enemigas. Las mujeres estamos en autodefensa, la guerra nos la está haciendo el sistema a nosotras, nosotras nos tuvimos que defender y así como ocurrió esta vez ocurre todo el tiempo en nuestra vida. Es terrible que ahora no solo tengamos que defendernos de los agresores, sino también de las instituciones que nos criminalizan por ejercer nuestros derechos”.
“Ya he acompañado a muchas compañeras en estos procesos, son largos y conozco el desgaste emocional. Me ha tocado represión, como en la toma de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, nos tocó que la policía nos lanzara piedras y palos… Ha habido muchos sucesos y formas de represión a lo largo de mi activismo, desafortunadamente no es la primera vez, pero sí es la única en donde me han robado mi cartera. No había pasado por algo así”.
Este viernes, la fiscalía de la Ciudad de México dio a conocer en una tarjeta informativa que abrió una carpeta de investigación por estos hechos, por los posibles delitos de abuso de autoridad y robo a transeúnte con violencia.
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