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“A las mujeres que han abortado nunca se les escucha”: Sandra Vizzavona
“A las mujeres que han abortado nunca se les escucha”: Sandra Vizzavona
4 minutos de lectura
“A las mujeres que han abortado nunca se les escucha”: Sandra Vizzavona
13 de marzo, 2022
Por: Verónica Santamaría
@VeroSantamariaC 

Cuando Sandra Vizzavona fue sometida a un primer aborto, tenía solo 16 años. Sus padres se encargaron de tomar la decisión. Nadie le preguntó qué deseaba ni cómo se sentía. Esta experiencia y la de un segundo aborto la llevaron a escribir el libro Interrupción (editorial Ariel, 2022), en el que reúne las voces de poco más de 20 mujeres francesas que pasaron por el mismo camino.

“Me negaba a permitir que otros hablaran por ellas”, escribe Vizzavona en el libro, donde el silencio, el miedo, el sometimiento y la culpa que vivieron ella y sus entrevistadas quedan expuestos como parte de lo que experimentaron al abortar. 

Vizzavona es abogada especialista en Derecho Laboral en Francia y miembro del Colegio de Abogados de París desde enero del 2000. Interrupción es su primer libro y con él busca mostrar las experiencias de las mujeres que abortaron desde lo íntimo de sus emociones. 

La obra se divide en dos partes. En la primera, la autora muestra las historias de mujeres que tuvieron un aborto legal, mientras que en la segunda están los testimonios de mujeres que abortaron en la clandestinidad.

En el marco del reciente Día Internacional de la Mujer, Vizzavona habla de todo lo que sucede en torno al aborto. Por ejemplo, los juicios contra las mujeres, pues aún se considera que abortar es similar a haber cometido una falta, y que quienes lo realizan deben sufrir por ello y sentirse culpables.

“Hay muchas formas de vivir un aborto. Más aún cuando me di cuenta de que, en general, las personas que hablan del aborto son hombres o mujeres que no han abortado y que, en realidad, a las mujeres que han abortado nunca se les escucha”, dice Vizzavona, en entrevista desde Francia con Animal Político.

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En febrero pasado, el Parlamento francés aprobó la ampliación de 12 a 14 semanas para el plazo legal para abortar. En Francia, el aborto fue despenalizado después de aprobarse la “Ley Veil” en 1975, promovida por Simone Veil y que complementa la “Ley Neuwirth” de 1972, referente a los métodos anticonceptivos.​

“El aborto sigue siendo un tabú”

En Francia, el aborto es legal desde 1975. Sin embargo, a 47 años de ello, para la sociedad francesa decidir abortar continúa siendo un tema tabú, lo que complica su reconocimiento como un derecho humano, advierte Vizzavona.

“El aborto sigue siendo un tabú. Pero creo que todo lo relacionado con el cuerpo y la sexualidad de la mujer es un tabú. No hablan de su aborto espontáneo. No hablan de sus periodos. No hablan de su sexualidad libremente”, señala.

La autora argumenta que, ante esas limitantes, el aborto para la sociedad francesa no es un derecho adquirido y enfrenta resistencia entre los médicos. En el país europeo, es complicado encontrar médicos que acepten realizar la interrupción de un embarazo. Hay zonas donde es muy difícil que las mujeres aborten, así que se ven obligadas a viajar al extranjero.

En este marco, Vizzavona busca que Interrupción sea una muestra de la diversidad de mujeres que tuvieron que abortar, con sus emociones y convicciones personales y religiosas.

Del duelo al alivio

De acuerdo con la autora, las más de 20 historias que presenta en el libro revelan que cada mujer vive la decisión de abortar de diferentes maneras, porque cada persona es diversa.

En su caso, Vizzavona habla de cada una de las emociones que experimentó en los dos abortos que vivió. Por un lado, sintió enfado, ira, culpa, tristeza y vergüenza. 

“Estaba avergonzada. Sentí que había cometido un error. No lo entendí. Tenía un sentimiento de culpa, aunque mi intelecto sabía que no había hecho nada malo. Las mujeres pasan todo esto. A pesar de la tristeza, a pesar de la culpa. La primera sensación es de alivio”, narra.

En América Latina, los países que han legalizado el derecho al aborto libre y seguro son Colombia, Argentina, Chile, Uruguay, Cuba, Guyana, Guyana Francesa y Puerto Rico. En México, siete entidades ya dieron el paso de despenalizar la interrupción del embarazo: Ciudad de México, Colima, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo, Baja California y recientemente Sinaloa.

“Tenemos que conseguir que todos los países consideren la posibilidad de legalizar el aborto. La única manera de abortar es a través de la ley. Solo podemos hacerlo legalizando el aborto y luego cambiando las mentalidades”, subraya Vizzavona.

La autora sostiene que para alcanzar el acceso al aborto libre y seguro el tema tiene que normalizarse. Se necesita poder hablarlo para que se vuelva parte de la colectividad y que las nuevas generaciones ya no lo vean como algo vergonzoso, sino como un derecho adquirido, como sucedió con la píldora anticonceptiva.

La decisión de tener un aborto libre y seguro permite no cambiar la vida de las mujeres de forma drástica, afirma Vizzavona. “Te permite no dejar de vivir tu vida. En eso consiste el aborto. Te permite vivir. Lo que no sería el caso si no tuvieras acceso a él”.

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