La vida de los seres vivos y de la naturaleza se sostiene con el cuidado, una labor fundamental para los seres humanos.
Los cuidados son las tareas que garantizan y mejoran la calidad de vida de todo y todos los que habitamos en el planeta, además del planeta mismo. Todos y todas necesitamos cuidado, aunque por condiciones de la vida, este cuidado sea aún más imprescindible en personas que debido a su edad, enfermedad o condición de discapacidad enfrentan algún grado de dependencia.
Se trata de un trabajo continuo y permanente que implica tiempo, esfuerzo y conocimientos; además de actitud de servicio y amor. Dar y recibir cuidados es algo que todos deberíamos saber; desafortunadamente en nuestra sociedad, estas labores son un trabajo no reconocido ni valorado.
Cultural e históricamente se ha asignado las labores de cuidado y acompañamiento a las mujeres, desde temprana edad se les enseña que cuidar es un deber, pero se omite hablar y educar para el autocuidado. Al cuidar a otros, las mujeres restan atención a otras áreas de su vida como espacios sociales, académicos y laborales. Dejan de lado su autocuidado.
¿Cómo atender el dolor de la espalda, si no hay tiempo? Pensamientos como “no puedo ir al médico, falta mucho por hacer en la casa”, “si me tomo media hora para mí ¿quién cuidará a los niños?” son comunes de escuchar, como si la mujer fuera la única persona disponible o capaz de proporcionar cuidados. También nos topamos con comentarios como: “tú ya sabes cómo cuidarlo mejor” o “naciste para esto”.
Desde las organizaciones de personas cuidadoras como la nuestra, la Red del Derecho al Cuidado “Juntas seremos visibles”, hemos puesto nuestro mayor esfuerzo para implantar la “ética del cuidado” para que nosotras mismas y otras mujeres, asuman las labores de cuidado como cultura, forma de vida y colectividad. Nos parece fundamental que las sociedades busquen mejorar la calidad de vida de quienes cuidan, esto será posible si construimos espacios para el cuidado colectivo entre mujeres, es decir: cuidarnos unas a otras, ampliar nuestros conocimientos y habilidades.
También es fundamental que el cuidado sea una labor que realicen todos los integrantes de la familia, que la sociedad proteja y respalde a los y las cuidadoras, y que este trabajo deje de ser asumido únicamente por las mujeres; los varones deben implicarse y asumir un rol activo.
Nuestra Red trabaja en comunidades rurales y urbanas del estado de Zacatecas. Nuestro objetivo es abonar y poner nuestro granito de arena para formar y estrechar redes dentro de una sociedad que cuide a las personas cuidadoras, además de promover que todos y todas vivan el cuidado con calidez. Buscamos enseñar a cuidarnos integral, física y emocionalmente, además de incrementar nuestras redes de apoyo para que toda mujer cuidadora sepa que no está sola. Queremos cuidar a quien cuida.
¿Cómo comenzar el autocuidado?
¿Por qué los cuidados han sido hasta ahora una problemática sólo de las mujeres?
En esta revolución ética deseamos colocar al cuidado al centro del desarrollo de la sociedad; deseamos que las mujeres tengan tiempo propio, para su formación, para su capacitación y para sus intereses; deseamos que las mujeres se atiendan oportunamente. Cuidar implica dedicarse tiempo, escuchar necesidades y deseos. Para lograrlo, presentamos un par de propuestas:
El Sistema Nacional de Cuidados que está en proceso legislativo, deberá basarse en la “ética del cuidado” y brindar alternativas a todas las mujeres que históricamente han ejercido solas estas labores. Deseamos que todos los seres humanos vivan cuidando, cuidándose y cuidando al planeta, deseamos que todas las mujeres se desarrollen integralmente.
¿Cómo contribuir al autocuidado?
Avancemos en el desarrollo de comunidades de cuidado para todas y todos.
Avancemos en el reconocimiento del cuidado como un derecho de las mujeres cuidadoras y de las personas que dependen de él para subsistir.
Si las mujeres se han incluido de manera masiva al ámbito laboral, aspiramos a que los hombres se incluyan de manera masiva a en las labores de cuidado.
Fomentemos el autocuidado de todas las personas, promoviendo y respetando la autonomía de la persona considerada dependiente, tomando en cuenta sus capacidades y habilidades; eduquemos en las tareas de cuidado sin importar el género, sin estereotipos discriminatorios u patriarcales que denigran física y emocionalmente a las mujeres.
* Magali Noemi Ocampo Talavera y Eugenia Flores Hernández son promotoras de la Red del Derecho al Cuidado “Juntas seremos Visibles” del estado de Zacatecas.
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