Por: Guillermo Vázquez del Mercado (@gmovma)
El 14 de noviembre, Andrés Manuel López Obrador y su equipo de seguridad presentaron el Plan Nacional de Paz y Seguridad (PNPS). Desde ese momento se inició una discusión en redes sociales, medios impresos y masivos sobre los alcances y posibles resultados del PNPS.
Me gustaría resaltar los dos elementos del PNPS:
Dicho lo anterior. El Plan Nacional de Paz y Seguridad no puede ser considerado como tal pues si bien tiene ocho acciones, no es posible establecer una línea causal que identifique acciones con resultados por una sencilla razón: no describe cuál es el o los problemas de seguridad en México ni la meta a la que se quiere llegar a la mitad del sexenio y al concluirlo.
Es decir, no ofrece una línea base cuantificable de los problemas de seguridad que afectan al país (el INEGI y el SESNSP han generado información suficiente para dar algunas cifras) Tampoco ofrece una meta o metas cuantificables de lo que se quiere lograr, por lo que será muy difícil saber si las ocho acciones descritas tendrán el objetivo de reducir los niveles de violencia e inseguridad que nos afectan a los mexicanos. Por ejemplo, no se habla de reducir la tasa de homicidios en algún porcentaje, mejorar la percepción de seguridad de los ciudadanos o reducir la incidencia delictiva de los delitos de alto impacto (extorsión, secuestro o robo de hidrocarburo).
Además de lo anterior, al hacer un análisis de cada una de las acciones encontramos que difícilmente se podría explicar su contribución a la paz y seguridad de los mexicanos. Por ejemplo:
Establece que se distribuirán en 266 regiones del país, pero no dice cuáles podrían ser sus instrucciones y si se diferenciarán por tipo de crimen (crimen organizado, secuestro, robo de hidrocarburos, extorsión o robo a transeúnte), por región o por focalización de la violencia o inseguridad. Es decir, no especifica si todos harán los mismo en todo el país, o si las cuatro regiones de Tamaulipas y las ocho de Veracruz harán algo distinto de las dos regiones de Yucatán o las 32 regiones del Estado de México.
Por último. El PNPS no puede ser considerado como un Plan de seguridad porque tiene importantes omisiones sin las que difícil mente se podrá mejorar la seguridad del país. Enlisto tres:
Del Plan rescato que hay responsables inequívocos del éxito o fracaso que se obtenga. Sin embargo, dada la ausencia de estrategia, diagnóstico, acciones encausada a una meta, así como las omisiones antes mencionadas, no soy optimista de los resultados que obtendremos. Así que, si nos va bien, en seguridad seguiremos igual de mal.
* Guillermo Vázquez del Mercado es consultor en Seguridad Ciudadana.
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