La pandemia sigue poniendo de manifiesto las desigualdades que ya existían desde antes y se han acentuado por efectos de la pandemia por covid-19. Los diversos grupos en situación de vulnerabilidad, como las mujeres, personas mayores, migrantes, población LGBTI+, poblaciones callejeras, trabajadoras del hogar, trabajadoras sexuales, personas indígenas, entre otras, han enfrentado impactos diferenciados que obstaculizan aún más el pleno acceso o goce de varios derechos, entre ellos a la salud.
Desde el principio de interdependencia, que explica la correlación entre los derechos humanos, puede decirse que la salud es un derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás.
En el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, los Estados miembro –entre ellos México– reconocen “el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”. Esta referencia no se limita al derecho a la atención de la salud, sino que reconoce que dentro del contenido esencial del derecho se abarca una amplia gama de factores socioeconómicos que promueven las condiciones pertinentes para que las personas puedan llevar una vida sana, lo cual extiende el derecho a los factores determinantes básicos para su acceso y disfrute: la alimentación, nutrición, vivienda, acceso a agua limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, condiciones de trabajo seguras y sanas y un medio ambiente sano.
También es preciso entenderlo como un derecho al disfrute de bienes, servicios y condiciones necesarias para poder decir que realmente se está ejerciendo de manera plena.
Lo anterior ha sido un objetivo aún en camino de cumplirse, lo que se ha agudizado más con la llegada de la actual contingencia sanitaria, debido a la falta de acceso a seguridad social, el hecho de que no todas las personas pueden quedarse en casa durante las distintas etapas del semáforo rojo, el hecho de que los hogares tampoco fueran seguros para todas las personas, la poca accesibilidad al agua en ciertos contextos y zonas, así como las dificultades de acceso para muchas personas al sanitizante, cubrebocas, jabón y alimentación.
Por ello, la conmemoración del Día Mundial de la Salud la semana pasada es una ocasión ideal para subrayar y reiterar las siguientes necesidades:
Por todo ello es indispensable visibilizar las necesidades diferenciadas, sobre todo de grupos de atención prioritaria, a partir de la escucha y consulta previa, para después ubicar competencias e incentivar la articulación de los diferentes sectores de gobiernos y sociedades, y así abonar a la protección del acceso y disfrute de todos los derechos de todas las personas, sin discriminación y de manera igualitaria.
* Adriana Aguilera es secretaria técnica del @COPRED_CDMX.
Estamos procesando tu membresía, por favor sé paciente, este proceso puede tomar hasta dos minutos.
No cierres esta ventana.
¡Agrega uno!