La pandemia por covid-19 ha provocado la estigmatización social y actos discriminatorios contra personas que han estado en contacto con el virus o han sido contagiadas. El estigma se entiende como una condición, atributo, rasgo o comportamiento que hace que la persona portadora sea incluida en una categoría social hacia cuyos miembros se genera una respuesta negativa y se les ve como culturalmente inaceptables o inferiores1.
“Desde el inicio del brote del nuevo coronavirus se han reportado numerosas formas de estigma y discriminación, incluida la xenofobia contra personas que se cree que son responsables de llevar el covid-19 a los países, ataques a trabajadores de la salud, y abuso verbal y físico hacia las personas que se han recuperado de la enfermedad”2.
¿Pero por qué la covid-19 está causando un estigma? Es una enfermedad desconocida que nos ha obligado a enfrentarnos a lo desconocido, y a su vez, asociarlo con el miedo. Es comprensible que esto nos haya generado angustia y confusión entre todas las personas.
En el COPRED se han recibido denuncias que se asocian con ciertas palabras que varían entre insultos, burlas, amenazas, maltratos y exclusión, y que pueden tener un significado negativo para las personas y alimentar una actitud estigmatizante; incluso pueden reforzar las falsas asociaciones entre la enfermedad y otros factores, crear un miedo generalizado o deshumanizar a quienes tienen la enfermedad.
Esto ha traído como consecuencia que las personas con síntomas los oculten para evitar la discriminación, que no busquen atención médica inmediatamente, con el riesgo de que empeore su condición de salud y que no se adopten los comportamientos saludables o medidas para prevenir la propagación del virus.
Como bien lo ha expresado Winnie Byanyima, directora ejecutiva del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), “a raíz del miedo y la incertidumbre que surgen durante una pandemia, el estigma y la discriminación aparecen rápidamente. Estos son contraproducentes, exponen a las personas a la violencia, el acoso y el aislamiento, impiden que las personas accedan a los servicios de salud y que las medidas de salud pública controlen eficazmente las pandemias”.
Por eso debe hablarse con precisión sobre el riesgo de contraer covid-19 de acuerdo con datos científicos y con las recomendaciones sanitarias oficiales, así como hacer hincapié en la eficacia de las medidas de prevención. El miedo no detendrá la propagación del virus.
De acuerdo con la Guía para no Discriminar en el Empleo3 en el contexto de covid-19, publicada por el COPRED, en el tema de la salud, un estigma es una asociación negativa entre una persona o grupo de personas que comparten características y una enfermedad específica. Cuando hay una pandemia, como la que vivimos ahora, las personas son catalogadas, estereotipadas, discriminadas, excluidas y/o experimentan una pérdida de estatus por la percepción de su relación con la enfermedad.
La exclusión, discriminación y violencias que viven las personas estigmatizadas por la covid-19, ya sea porque la tienen, porque pertenecen a población de riesgo, la tuvieron, presentan síntomas similares o viven con personas en esas situaciones les afecta gravemente, así como a otras personas en su entorno, familiares, amigos, colegas, cuidadores, entre otras.
En este sentido, se han identificado varios estigmas asociados a las personas que han enfermado con covid-19:
También se han identificado estigmas hacia las personas que pertenecen a grupos de riesgo que tienen que ver con la idea de protegerles:
Los prejuicios surgen por la falta de información y, en el caso de una pandemia como la que vivimos ahora, muchas personas se encuentran estresadas y atemorizadas por el riesgo de contagio y la falta de certeza sobre si desarrollará síntomas de gravedad. Ello alimenta la discriminación que acaba excluyendo y violentando a las personas con covid-19 o que forman parte de los grupos de riesgo.
Desde el COPRED se alerta que toda medida que se tome deberá ser razonable, es decir, que atienda al fin para lo que se implementa y debe evitar partir de prejuicios y estereotipos hacia las personas.
Una gran labor por parte de las autoridades será educar sobre la importancia de prevenir diferentes formas de estigmatización y discriminación de casos o víctimas de covid-19, personas sospechosas o casos sospechosos de covid-19, y personas que pueden transmitir o propagar el virus.
Por ello, desde el COPRED reiteramos que las palabras importan, por ello se hace un llamado a evitar utilizar lenguaje negativo al hablar de la covid-19. El uso de términos que deshumanizan o criminalizan a las personas dan la impresión de que las personas que se han enfermado o están enfermas, hicieron algo malo o son menos humanos. Algunos ejemplos:
Invitamos a las personas a hacer su parte para evitar el estigma.
Mientras tanto, pondremos en marcha la práctica de la empatía y responsabilidad para prevenir la estigmatización de las personas recuperadas, familiares de pacientes con covid-19 o las personas que propagan el virus. La solidaridad deberá hacerse presente no como un discurso retórico, sino como ejemplo en cada una de las acciones y de las personas. La solidaridad será el legado sobre el que se podrán construir nuevas formas de enfrentar nuevos retos.
* Paola Ortiz Chavez es subdirectora de Apoyo Jurídico del COPRED.
1 Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México
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