Ya medio mundo expresó su opinión sobre las declaraciones de Rosario Robles difundidas el viernes pasado, ante mujeres indígenas en Nayarit, donde textualmente dijo: Y quiero también aprovechar para decirles que no por tener muchos hijos van a tener más Oportunidades. Oportunidades ya no va a beneficiar a las que tengan muchos hijos, sino que va a apoyar a las que tengan pocos hijos, porque la familia pequeña vive mejor…
En casi todos los medios, articulistas, columnistas y personas que conocen el tema y fueron entrevistadas (aquí y aquí, por ejemplo), ya dijeron que eran declaraciones violatorias de los derechos humanos, discriminatorias, irresponsables. Incluso se pronunció el Congreso, cuya Comisión Permanente aprobó un punto de acuerdo para pedir al Conapred y a la CNDH iniciar una investigación al respecto, o sea que no hay mucho más que decir. Yo lo que agregaría es que sus palabras (además de indignarme) no me sorprenden. No es primera vez que la Secretaria de Desarrollo Social dice una barbaridad. Recuerden que hace unos meses se le ocurrió decir algo así como que, de qué se quejaban los de la Montaña de Guerrero si siempre habían tenido hambre.
También vi algunas (pocas, afortunadamente) opiniones en twitter y en los comentarios a las notas que trataron el tema, de gente que decía que tenía razón, que los indígenas deberían de dejar de reproducirse de esa manera tan inconsciente (por no citar comentarios más racistas). Da pena ajena que todavía haya quienes piensan así y no merecen dedicarles muchas líneas; solamente comento que ya quisiera ver cómo se reproducirían ellos y ellas si no tuvieran acceso a métodos anticonceptivos, por ejemplo.
El que no se ha pronunciado sobre las declaraciones de Robles es su jefe. No sé, pero si alguien que trabajara para mí y hablara en mi nombre, dijera algo así, por lo menos me deslindaría de su opinión y probablemente lo despediría, a menos que estuviera de acuerdo o no me enterara.
Varios días después, es decir, ya que le habían llovido las críticas, Robles aclaró que se había equivocado en la forma de expresarse (en la página web de Sedesol se puede bajar completa su declaración al respecto). Y aclaró también que eso de que el apoyo infantil (del programa Oportunidades) “será hasta de tres hijos”, son criterios que “no fueron incorporados por el actual gobierno”. O sea, al igual que cuando afirmó que siempre ha habido hambre en la Montaña, se deslinda de toda responsabilidad. Como quien dice: no es mi culpa, ya estaba así cuando yo llegué. Pues sí, pero tampoco ha hecho nada al respecto. Creo que lo que requiere urgentemente la Secretaria de Sedesol es un intérprete que nos explique cada vez lo que quiso decir (al estilo Fox), pues no se puede permitir, como Secretaria de Estado, expresar lo que expresa.
Pero desafortunadamente el problema real no son las declaraciones de Robles, sino la política oficial que finalmente éstas representan. En ese sentido, coincido con lo que declaró José del Val en una entrevista publicada ayer por La Jornada, en donde afirmó, entre otras cosas, que el gobierno quiere reducir los índices de pobreza en las estadísticas pero no en la realidad, y que la estrategia asistencialista de Sedesol tiene como fin “mantener a los pobres en su misma condición”. Coincido también con su propuesta de que (en síntesis), para combatir la pobreza de los pueblos indígenas, debería escuchárseles y respetar su visión y su autonomía, para apoyar lo que ellos determinen hacer, en lugar de repartirles dinero y comida.
Para terminar, aprovecho este espacio para felicitar a todas las mamás por el día de mañana, especialmente a las orgullosas madres indígenas de más de tres hijos.
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