Ahora que está a punto de iniciar la temporada de vacaciones de fin de año acudí, como suelo hacerlo en estas épocas, a la Red Indígena de Turismo de México en busca de recomendaciones para pasar unos días tranquilos fuera de la ciudad. Entre las sugerencias que me hicieron hay dos lugares en los que ya he estado varias veces y que me atrevo a recomendar en este espacio, para quienes (como yo) estén haciendo planes de última hora para salir: Cuetzalan, Puebla y Capulalpam de Méndez, Oaxaca. En ambos pueblos hay empresas de turismo indígena que cuentan con muy buenas instalaciones y diversas opciones de paseos y visitas guiadas.
Cuetzalan se encuentra en la Sierra Norte de Puebla, a dos horas de la capital del estado. Es un pueblo de arquitectura colonial, pero con mucha tradición indígena. Está rodeado de grutas, ríos y cascadas con agua limpia, donde se puede nadar o simplemente disfrutar del paisaje. Además tiene cerca la zona arqueológica de Yohualichan, antiguo centro ceremonial totonaca.
En esa zona opera La Red de Turismo Alternativo Totaltikpak, formada por varias organizaciones indígenas que ofrecen diversos servicios turísticos. Para empezar, está el hotel Taselotzin, que se localiza a diez cuadras del centro y cuenta con diez habitaciones y dos albergues, restaurante y salón de usos múltiples. Es propiedad de 45 mujeres nahuas miembros de la Sociedad de Solidaridad Social Maseualsiuamej Mosenyolchicauanij (mujeres trabajando juntas). Ellas mismas lo administran y se encargan de la atención a los visitantes, lo cual hace que la calidad del servicio sea excelente. Este hotel abrió sus puertas en 1997 y muy pronto comenzó a aparecer recomendado en varias guías internacionales de turismo. Las veces que me he hospedado ahí he recibido muy buena atención, buena comida y las habitaciones han estado siempre impecables.
Otras empresas de la mencionada red ofrecen paseos guiados a pie o a caballo, recorridos a las cuevas, grutas y cascadas, comida típica de la región y diversas actividades de turismo de aventura, como rappel, escalada, tiro con arco rústico y otras. Yo no soy mucho de turismo de aventura, pero las grutas y las cascadas que visité son realmente bellísimas.
Un atractivo más de Cuetzalan es el tianguis que se instala los fines de semana en la plaza principal, al que acuden campesinos de las comunidades de la región a vender su mercancía, que llena de vida y colorido el pueblo. Otra cosa que es digna de disfrutarse es la comida típica local, sobre todo la cecina, los tlayoyos y los hongos o setas, que abundan en la región y los preparan de distintas maneras.
En Calpulalpam de Méndez, Pueblo Mágico situado a dos horas de la ciudad de Oaxaca, 350 comuneros formaron en 2005 una empresa de ecoturismo que cuenta con cabañas muy acogedoras, rodeadas de bosque, con chimenea, agua caliente y todos los servicios. La tranquilidad y la vista que se aprecia desde las cabañas es única, cuando fui me pasé horas simplemente contemplando el paisaje.
Cerca de las cabañas está el restaurante Beenegagui, ubicado a la orilla de un río donde hay una tirolesa de cien metros de largo y juegos infantiles, y donde sirven deliciosa comida típica de la región. Otro de los atractivos del lugar es la cueva Beliatzila, cuya extensión es aún desconocida, pero se pueden recorrer los 300 metros ya explorados, donde se observan formaciones de estalactitas y estalacmitas.
El pueblo en sí es bonito, y se vuelve más interesante con los recorridos culturales que ofrece la empresa de los comuneros, porque te llevan, por ejemplo, a la iglesia de San Marcos, construida finales del siglo XVII, que conserva en su interior retablos neoclásicos y cuenta con columnas estilo salomónico; y al centro de medicina tradicional, donde muestran las plantas medicinales y su proceso de preparación. También ofrecen conciertos con la banda juvenil del lugar.
Para mayor información sobre estos lugares, pueden enviar un correo a [email protected]
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