Pobres. Pobres. Pooo-bre-sss. Las conservadorsísimas reclutas de #MiCisen que fueron convidadas el pasado sábado 16 de marzo a la comida que organizó el político Diego Fernández de Cevallos, para celebrar la llegada de sus 72 años, regresaron del festejo con hipotermia de primer grado hasta en las extensiones de pestañas.
Diego Fernández de Cevallos es recibido por su novia Liliana León tras ser liberado de siete meses de secuestro en 2010. Foto: Gustavo Durán de la Huerta/Notimex.
Y es que según me cuentan las asistentes, ese día en los jardines de la hacienda La Barranca, en Jerécuaro, Guanajuato –propiedad del homenajeado– la temperatura atmosférica se comparaba con el invierno de Ushuaia, en la Argentina, y por si fuera poco, los organizadores no pusieron carpas completas (de esas que resguardan por los cuatros lados) ni calentadores ni cobijitas ni trabajadores sexuales ni nada con lo que mis amigas se pudieran quitar el frío. Esa fue la nota para ellas.
Sin embargo, #porqueesmichamba para mí lo más importante fueron los políticos que respondieron al llamado de “El jefe” Diego: el coordinador de los priistas en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones; el líder del sindicato de Pemex, Carlos Romero Deschamps; el abogado Juan Collado y su esposa, la actriz Yadhira Carrillo; el ex alcalde de Naucalpan, Estado de México, José Luis Durán; el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez; el rector de la UNAM, José Narro Robles (que aunque no es político tiene mucha influencia en la vida nacional) y el ex Procurador General de la República, Rafael Macedo de la Concha, entre otras celebrities de la polaca.
Obveooo no podía dejar de estar presente la pareja de “El jefe” Diego, la joven y guapa Liliana León, con quien dicho sea de paso ya duró un buen rato con él ¿no? Los hijos de Fernández de Cevallos así como sus nietos estuvieron en primera fila para cantarle Las Mañanitas al patriarca acompañados del mariachi y de la voz del nieto de Jorge Negrete, Lorenzo Negrete, quien fue el encargado de amenizar una parte de la reunión. Las chamacas que vieron de cerca a este charro dicen que “está mono y que tiene lo suyo”, pero ni con “lo suyo” las logró entibiar ni poquito. Más tarde llegó un conjunto musical dizque para “calentar el ambiente”, pero la verdad, lo que me cuentan es que la gente estaba muy incómoda porque para entonces ya tenían tanto los cachetes como las mejillas congeladas.
Dos escenas arrebataron las carcajadas de los invitados. A decir de #MiCisen, la primera fue cuando se le cayó una parte de la carpa al líder sindical de los petroleros luego de un ventarrón que la desenterró del pasto; la segunda, se generó durante la comida, cuando el mismísimo Romero Deschamps dijo a los que lo acompañaban en su mesa que “¡dejaría de ser el líder del sindicato de Pemex!”. La risa de los que fueron testigos no se hizo esperar porque, como dice la canción, a todos les dijo que sí, pero no les dijo cuándo. Fin del comunicado. #HastaLaVistaBeibis.
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