Alberto Cinta Martínez, de 43 años, es representante del Partido Verde en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y empresario. Aquí en el Joy Room, donde es socio, en Antara. Foto: revista Quién.

Ya lo sabía. A principios de este año la experta en astrología china, Ludovica Squirru, publicó en su libro Horóscopo Chino 2013 que este año le pertenecía a la fría y calculadora Serpiente por lo que sería un periodo “de tocar fondo, cambiar de piel, de dejar atrás una vida y comenzar otra”. Gracias a que las sindicalizadas mujeres de #MiCISEN y yo somos grandes lectores –de horóscopos, pero al final de cuentas lectores–, no nos tomó por sorpresa la separación del asambleísta del Partido Verde Ecologista de México, Alberto Cinta Martínez y la guapa Gloria Michel, con quien el político y empresario estuvo casado durante los últimos cinco años.

La que hasta hace unos días fuera esposa de Cinta, Gloria Michel, también tiene su propio negocio: la tienda de ropa Peonia, también en Antara. En la imagen la pareja durante la inauguración del local. Foto: Thehappening.com

A decir de un informe ultraconfidencial que el día de ayer me filtró una Comadre que Investiga Sobre la Élite Nacional (CISEN), Alberto y Gloria “hace unos días cerraron de manera definitiva el ciclo de su matrimonio. Es oficial: ya firmaron su divorcio”. La misma informanta, que de creyente no tiene nada, me detalló que las razones que llevaron al rompimiento de la pareja “sólo Dios las sabe”. Pero según su versión en esta historia –como en el caso de Claudia Ruiz Massieu, Javier Lozano y Alejandro Poiré (publicados aquí), la madurez de los protagonistas hizo que el cierre de este ciclo fuera de lo más civilizado y cordial posible. Incluso, mi fuente asegura que “tanto Cinta como Michel siguen en comunicación, se llevan muy bien”.

No tendría que ser de otra manera. Lo que bien comienza bien debe terminar y la de Alberto y Gloria fue una buena historia de amor. Con sus particularidades, porque ninguno de los dos personajes son convencionales, pero fue una buena historia de amor. Todavía recuerdo su boda en abril de 2008. La pareja tuvo la atención de invitarme y acudí con este #CuerpoLatino que Dios me dio. La novia se puso unos espectaculares zapatos rojos debajo de su vestido blanco. Los presumía a la menor provocación. Me cayó bien. Al terminar la boda religiosa Gloria manejó el auto convertible que los llevó hacia el Gran Hotel de la Ciudad de México, en el Centro Histórico, donde se llevó a cabo el banquete y el guateque. Todo mundo bailó en la pista: desde políticos, hasta empresarios pasando por periodistas (fotos de los asistentes). Sin miedo a equivocarme podría decir que fue una de las mejores bodas de ese año.

Alberto y Gloria contrajeron nupcias en 2008 en la iglesia de La Enseñanza. Foto: Quien.com

La recepción de los recién casados fue en el Gran Hotel de la Ciudad de México. Foto: Quién.com

En todo el tiempo que duraron como marido y mujer no procrearon hijos, pero en cambio parieron varios negocios: Alberto Cinta y sus socios abrieron el Club Piso 51 en la Torre Mayor así como “la esquina de la diversión” –en el Centro Comercial Antara, en Polanco–, conformada por el restaurante Erawan, el bar JoyRomm y el Night Club Ragga, entre otros establecimientos. Por su parte Gloria debutó como empresaria (ver la nota en este link) e inauguró Peonia (www.boutiquepeonia.com), su tienda de ropa vintage, también en Antara que ha sido todo un éxito entre las damas de #MiCISEN que les gusta vestirse de manera sofisticada y auténtica. #LaFlorMásBellaDelVestido.

No todos los amores son para siempre. Por lo que #plisito le pido a toda el ala conservadora que lee este Blog de que no empiecen a rasgarse las vestiduras. Recuerden las sabias palabras de este poeta que no recuerdo cómo se llama, pero que dijo así: “Los caminos de la vida/ no son como yo pensaba/ como los imaginaba/ no son como yo creía”. #TenganMundo y aprendan a sumarle a la vida en lugar de restarle. Un divorcio no significa una pareja menos, significa un par de solteros más que en este caso, por si no bastara, están guapos y millonarios. Ya en serio, lo único cierto de este desenlace es que tanto a Alberto como a Gloria les vuelve a sonreír la soltería en el mejor momento de su vida; cuando el éxito los lleva de la mano. #HastaLaVistaBeibis.

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