Cómo despedir a un familiar que falleció, sin riesgo de contagios de COVID
Los servicios funerarios con reuniones presenciales en lugares cerrados o en sitios donde resulta difícil mantener una distancia de al menos metro y medio representan un riesgo alto de contagio de COVID-19.
Así como las reuniones familiares y las fiestas generan cadenas de transmisión del virus SARS-COV-2, que causa esta enfermedad, también los funerales están provocando brotes, advierte Mauricio Rodríguez, profesor de microbiología de la Facultad de Medicina de la UNAM y vocero de la Comisión para la Emergencia por el Coronavirus de esta institución.
Si la persona falleció por COVID, el riesgo no está en que el cuerpo, que ya está preparado y colocado en un ataúd, pueda trasmitir el virus, sino que los contactos cercanos de ese caso positivo grave posiblemente están contagiados y podrían infectar a quienes se reúnan con ellos en el funeral.
El riesgo existe también si la persona no falleció de COVID, porque en una etapa de alto contagio como la que se vive en varias entidades del país, es posible que haya en cualquier reunión personas asintomáticas portadoras del virus.
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Lo recomendable entonces es que una sola persona o dos de la familia se hagan cargo de todos los trámites y el proceso hasta recibir las cenizas, si es que se opta por la incineración.
El vocero de la Comisión COVID de la UNAM aconseja que cuando mucho se reúnan en el funeral las personas que habitaban en la misma casa con el familiar fallecido. Y eso siguiendo las recomendaciones de usar cubrebocas, guardar distancia de un metro y medio, evitar el contacto físico, como los abrazos, y el compartir objetos como rosarios religiosos.
Cómo procesar el duelo en tiempos de sana distancia
Acatar las medidas de no reunirse para los servicios funerarios puede representar una carga emocional alta. “En esos momentos de despedida ayuda mucho tener los abrazos de los seres queridos, los apapachos, las charlas. Pero ante la emergencia debemos encontrar formas distintas de despedir a la gente y vivir el duelo”, dice Paulina Arenas, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM y colaboradora de la plataforma Duelo COVID.
La especialista recomienda optar por decisiones que evitarán tener un mayor dolor después. “Hay personas que dicen: no me importa, yo quiero estar en el funeral, quiero abrazarlos. Pero en estos momentos el no me importa es exponerse y exponer a la gente a contagios”.
Si la gente se reúne, si toma esa decisión desde la emoción, en ese momento se puede sentir mejor, advierte Arenas, pero ese impulso puede prolongar el sufrimiento.
“Con uno de mis pacientes sucedió que decidieron reunirse en diciembre, porque su suegra les dijo que los quería ver, y ahorita ya llevan tres muertes en la familia por esa reunión y se sienten muy culpables”, cuenta la psicóloga.
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Por eso en estos momentos de crisis sanitaria hay que considerar primero el riesgo de contagio y a la gente querida que está viva.
“Hay que tomar una decisión más sabia – aconseja Arenas– y encontrar una forma distinta de despedir, por Facebook, por zoom, ya se han organizado misas, sepelios, rosarios por medios digitales, es una buena forma”.
También hay que cambiar la manera de pensar, entender que las despedidas sí pueden ser a distancia y que a la persona fallecida, la mamá, el papá, les preocuparía que la familia se enferme.
“Hay que decir: él o ella me agradecería no ponerme en riesgo ni a los demás. Y si es que le hubiera gustado que le pusieran en la despedida tal canción o hacer tal cosa, se puede hacer por zoom, por medios digitales”.
La Secretaría de Salud tiene disponible una guía para familiares en duelo durante la pandemia de COVID-19. En esta guía se aconsejan rituales de despedida sociales a distancia, como:
Organizar una llamada telefónica o videollamada con los miembros de la familia que no pueden estar presentes.
Realizar una ceremonia o encuentro virtual en alguna plataforma online (Skype, Zoom, etc.) y elaborar un ritual donde cada uno pueda llevar un objeto o frase que represente a la persona fallecida y dar espacio para que pueda compartir lo que desee.
Publicar en el muro/red social y escribir, a modo de homenaje acerca del legado de vida que te ha dejado.
Construir una página (web, Facebook) o grupo de WhatsApp, donde familiares, amigos y conocidos puedan expresar sus condolencias y homenajear al fallecido.
Para quienes no tienen acceso a internet o es difícil conectarse hay despedidas que funcionan, como hacerle una carta al fallecido. “La escritura ayuda a resignificar la emoción y el duelo”, dice Arenas.
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Para las personas consideran que necesitan ayuda emocional para este proceso de despedida se creó la plataforma duelocovid.com una iniciativa de la UNAM, la Universidad Internacional de Valencia, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
“Esta es una iniciativa que nace para dar acompañamiento a distancia a las personas en el proceso de duelo, pero sí se determina que lo que se requiere es una intervención particular de un especialista, entonces se le referirá con uno”, explica Arenas.
Qué hacer si el familiar falleció en casa
En la CDMX, el protocolo para el manejo de cuerpos señala que los familiares pueden llamar a Locatel o al 911. Se informará al Centro de Mando que se ha establecido durante las 24 horas los siete días de la semana para que la Secretaría de Salud acuda al domicilio donde ocurrió el deceso y emita el Certificado Médico de Defunción.
El vocero de la Comisión COVID de la UNAM asegura que no es necesario llamar a un servicio profesional de sanitización ni tirar la ropa de cama en donde estuvo la persona fallecida si es que está murió a consecuencia del coronavirus.
“Con que se limpie con un desinfectante de la casa, convencional, con eso es suficiente. Las sábanas no es necesario tirarlas, basta con lavarlas bien y desinfectar la orilla de la cama, la cabecera. Al colchón se le puede pasar un trapo con una solución desinfectante. Y todo lo que los familiares hayan tocado después de asistir al enfermo, todo lo que estuvo en contacto con él o ella hay que desinfectarlo”, recomienda el especialista.
Como medida de precaución, los familiares que habiten en la misma casa o hayan estado en contacto con el enfermo deben hacer cuarentena por 14 días.
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