El nuevo Plan Estatal de Desarrollo 2017 – 2021 aprobado por el gobierno del Estado de Chihuahua, contiene varios elementos innovadores y orientaciones que pueden ser promisorias para generar una nueva política frente a la pobreza y la desigualdad en ese estado.
Desde la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza hemos estado en diálogo con el gobernador Javier Corral y su equipo desde la etapa de transición. Por eso nos alegra y nos alienta constatar que hay avances en las propuestas que hicimos llegar.
Son de resaltar los siguientes aspectos del nuevo Plan Estatal de Desarrollo de Chihuahua:
El Plan Estatal de Desarrollo de Chihuahua coloca a las personas en el centro de las políticas y organiza las estrategias y acciones por sujetos sociales y grupos vulnerados.
Hay cuatro sujetos sociales prioritarios en el Plan:
Además hay cuatro grupos sociales vulnerados, que también son prioritarios:
De esta manera se pueden identificar y enfrentar condiciones específicos de vulnerabilidad para cada sujeto social y grupo social a fin de formular y desarrollar políticas enfocadas en las personas.
El Plan Estatal de Desarrollo del nuevo gobierno de Chihuahua asume cuatro ejes transversales al conjunto de los cinco ejes rectores, a los objetivos y a las estrategias y acciones.
Los cuatro ejes transversales son:
Estos cuatro ejes transversales orientan los objetivos y las estrategias de los cinco ejes rectores del Plan, que son: 1) Desarrollo Humano y Social; 2) Economía, Innovación, Desarrollo Sustentable y Equilibrio Regional; 3) Infraestructura, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente; 4) Justicia y Seguridad; 5) Gobierno Responsable.
Estos ejes transversales responden de manera adecuada y directa a las propuestas presentadas por la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, en su comunicación a los 12 gobernadores electos en 2016: ubicar el objetivo de superación de la pobreza y la desigualdad como una prioridad del conjunto del gobierno y no sólo de una secretaría; adoptar un enfoque de derechos e inclusión social de quienes padecen exclusión y vulnerabilidad; desterrar el enfoque clientelar y electoral de las políticas sociales y promover una participación ciudadana efectiva con rendición de cuentas y transparencia.
Los cuatro ejes transversales del Plan Estatal de Desarrollo de Chihuahua se corresponden muy bien con estas propuestas y si logran permear el conjunto de las políticas e instituciones de gobierno pueden representar un cambio sustancial en el enfoque y la implementación de las políticas no solo estatales, sino a nivel nacional.
El Plan de Desarrollo de Chihuahua adopta un enfoque de derechos, al incluir a los derechos humanos como eje transversal. También de manera explícita se propone “cambiar el paradigma: del asistencialismo a los derechos humanos”.
En el eje rector Desarrollo Humano y Social el plan asume el conjunto de derechos de la Ley General de Desarrollo Social, incluyendo la dimensión de ingreso y la dimensión de cohesión social.
Todavía este enfoque es incipiente y habrá que ver si los programas sectoriales y especiales logran establecer cambios institucionales suficientes para promover un enfoque operativo que garantice, promueva y defienda el ejercicio efectivo de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA) conforme a los estándares internacionales ya establecidos en el art. 1º de nuestra Constitución.
El Plan establece un mecanismo de coordinación interinsticuional, asignando el liderazgo de atención a los suejtos sociales a alguna de las entidades y dependencias del gobierno estatal, así como la atención a derechos específicos.
Lo Comisión Interinstitucional de Desarrollo Humano y Social prevista en las leyes locales, es presidida por el Gobernador y constituye un gabinete dedicado a las estrategias y acciones frente a la pobreza.
El último aspecto a destacar es que el Plan de Desarrollo de Chihuahua está orientado por la Agenda 2030 de la ONU y asume los ODS 2030 como una guía para establecer objetivos, estrategias y acciones en los diversos ejes rectores.
Esto permite darle sentido de integralidad y reforzar el enfoque de derechos, así como priorizar los resultados en función de la inclusión social, siguiendo el lema que guía la Agenda 2030 de “no dejar a nadie atrás”.
Conclusión
El nuevo Plan Estatal de Desarrollo 2017 – 2021 del Estado de Chihuahua presenta avances y ofrece un buen punto de partida para lograr resultados frente a la pobreza y la desigualdad.
Para llevar a la práctica el cambio de paradigma y el nuevo enfoque asumido en la formulación del Plan es necesario hacer ajustes institucionales y modificar aspectos sustanciales de la gestión de programas y servicios.
Algunas recomendaciones que insistiremos en nuestro diálogo con el Gobierno del Estado son:
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