La urgencia de parar el crecimiento de la pobreza después de la pandemia hace imperiosa la entrega de un ingreso vital por 134 mil millones de pesos. Este monto permite transferir 3 mil 210 pesos al mes, durante 3 meses a las 13 millones 900 mil personas que carecen de trabajo e ingresos para sobrevivir la pandemia, según los datos de mayo, proporcionados por el gobierno a través del INEGI.
Estamos frente a una crisis sanitaria, una crisis económica y una crisis social. El Ingreso Vital que ha propuesto la sociedad civil, es la manera de hacer que millones de mexicanos se queden en casa y contengan la expansión de la pandemia, es la manera de detener el crecimiento de la pobreza que se observará en este sexenio, es la manera de prevenir una crisis social.
INEGI dice en su más reciente reporte telefónico de ocupación y empleo que ahora en México hay más personas que “no están ocupadas, ni buscan trabajo, aún cuando tengan disposición por trabajar o no “ (50.2 millones), que aquellas que “participan en el mercado laboral, ya sea como ocupadas o en búsqueda de trabajo (45.4 millones de personas)”.
La segunda medición del INEGI sobre ocupación y empleo durante la pandemia, confirma que el desempleo se disparó para afectar al 33% de la población disponible para trabajar y que 61% de las personas que aún trabajan carecen de ingreso suficiente para mantener familias de 2 personas, por lo que millones de personas están en riesgo si no se les da una transferencia monetaria, como se ha propuesta con el “Ingreso Vital”.
La Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), con datos al cierre de mayo, confirma la grave caída de la ocupación y de los ingresos, a raíz de la paralización de actividades por la emergencia del Covid-19.
Figura 1. Condiciones de ocupación e ingreso laboral 2020
Elaboración Observatorio de Trabajo Digno. Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. Con datos INEGI. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2020 – I y Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo. Mayo 2020. Notas: Inicio 2020 refiere al primer trimestre del año. Personas ocupadas no incluye subocupadas. Desempleo total, es la suma de personas desocupadas y disponibles para trabajar. Sin ingreso suficiente refiere a ingreso laboral menor al costo de 2 canastas básicas.
La cifras de INEGI
Entre el primer trimestre de 2020 y el mes de mayo, con dos meses y medio de pandemia, INEGI informa que:
Estos datos confirman la emergencia laboral que estamos viviendo a raíz de la paralización de actividades económicas y las precarias condiciones de trabajo que había aún antes de la pandemia. Confirman la exigencia por establecer un “Ingreso Vital”, temporal y de emergencia, para todas las personas que han perdido su fuente de ingreso.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza reitera al gobierno la urgencia de crear el Ingreso Vital. Esta propuesta ha sido presentada desde marzo por un conjunto de organizaciones de la sociedad civil. Posteriormente ha sido respaldada primero por un grupo de diputadas de diversos partidos, y posteriormente en iniciativas de ley ya presentadas también por diversos grupos parlamentarios.
Retomando las lecciones de otros países de la región como Chile, Brasil, Costa Rica presentadas en el Foro del Senado de la República realizado el 9 de julio, “Frente a la Pobreza” remarca los elementos de la propuesta del Ingreso Vital:
Una estimación del costo del ingreso vital sería de 134 mil millones de pesos. Este monto permite transferir $3,210 al mes, durante 3 meses a las 13.9 millones de personas que carecen de trabajo según los datos de mayo.
De no tomarse una medida de apoyo a la población que ha perdido su trabajo, habrá un incremento de la pobreza, de 10 millones de personas más, como lo han alertado Coneval y diversos analistas.
También Coneval y otros estudios han mostrado que los programas sociales del gobierno no tienen el alcance para cubrir a todas las personas que han perdido su trabajo. Cubren aproximadamente al 25% de la población, concentrada sobretodo en zonas rurales, mientras que la crisis afecta sobretodo a familias urbanas.
Los programas sociales tampoco tienen el monto para evitar que quienes pierden su trabajo caigan en pobreza alimentaria. Los montos fueron definidos como ingreso complementario y no para cubrir el ingreso perdido por la crisis (Por ejemplo, las becas de $800 son adecuadas para mantener a niñas en la secundaria, pero solo cubren 2 días de la canasta básica para una familia de 4 personas).
Las autoridades tienen la responsabilidad de tomar medidas para apoyar a la población que más lo requiere. El incremento de la pobreza puede ser contenido y reducido si se canalizan recursos de emergencia. El Ingreso Vital además puede contribuir a reactivar la economía por el efecto de liquidez y aumento de consumo de millones de familias.
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