Las reglas para operar una gasolinera son letra muerta en el Distrito Federal: en la capital del país hay 69 estaciones de servicio por encima del límite permitido y pese al excedente, ya hay otras 20 en trámite ante Petróleos Mexicanos.
Lo anterior viola las disposiciones vigentes en el Reglamento de Impacto Ambiental y Riesgo del Distrito Federal que establece que la densidad no deberá exceder de una gasolinera por cada dos kilómetros.
En total, en siete de las 16 delegaciones políticas se supera el máximo establecido en la ley mientras que otras cinco están en el límite.
Benito Juárez lidera a las demarcaciones con más gasolineras que violan la ley, pues al considerar su superficie total en kilómetros cuadrados, sólo se permite la operación de 13 estaciones de servicio aunque en realidad hay 40; es decir, un excedente de 207%.
El escenario se repite en otras delegaciones: Cuauhtémoc, con una superficie con cabida para 16 gasolineras tiene 47 operando y una más en trámite, es decir, 193% más; mientras que Venustiano Carranza cuenta con un excedente de estaciones de servicio de 82% al tener 17 permitidas y 31 instaladas.
La disposición sobre el límite de dos kilómetros cuadrados entre gasolinera y gasolinera no es la única que se viola. La fracción III del artículo 63 del Reglamento de Impacto Ambiental indica que no podrán establecerse estaciones de servicio en suelo de conservación y aunque según la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) la delegación Milpa Alta es considerada como tal, en su territorio ya operan dos despachadoras.
El Reglamento de Impacto Ambiental señala que corresponde a la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal vigilar su cumplimiento, imponer sanciones, medidas de control y de seguridad necesarias. Animal Político solicitó una entrevista con la titular, Tanya Muller, para conocer la versión de esa instancia de gobierno, pero por más de tres meses no obtuvo respuesta.
En la oficina de la Secretaria se limitaron a decir que la operación de gasolineras que pudieran estar por encima de lo permitido, según el conteo de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial del Distrito Federal (PAOT), inició antes de la actual gestión, que arrancó en 2012; aunque de junio de 2013 a julio de este año el número de estaciones de servicio en la capital pasó de 360 a 379.
Por otro lado, asociaciones de gasolineros acusan que en la Secretaría de Medio Ambiente se ignoran las exigencias de hacer respetar el Reglamento y aseguran que el Gobierno del Distrito Federal busca modificarlo para reducir la densidad de dos kilómetros cuadrados por estación de servicio, instalar más y regularizar a las que actualmente violan la ley.
“Hemos tenido acceso a información de que se plantean modificaciones para permitir el establecimiento de gasolineras en suelos de conservación y para eliminar el distanciamiento establecido entre gasolineras (los dos kilómetros cuadrados). También se permitirían gasolineras en suelo habitacional mixto, no habría límites de densidad por Delegación y no existiría distancia con algunas otras industrias de riesgo tales como gaseras”, dijo el presidente de la Asociación Nacional de Gasolineros (ANAGAC), Manuel Tostado Hernández.
El presidente del Consejo Empresarial Gasolinero del Valle de México (CEGA), Fernando González Piña, confirmó la versión de Tostado Hernández, quien en marzo pasado envío un documento a Tanya Muller en el que le solicita que los empresarios y sociedad civil participen en la modificación del reglamento, sin que hasta ahora hayan tenido respuesta. Descargar documento
Si bien la principal responsabilidad sobre la operación de gasolineras recae sobre los gobiernos locales y los reglamentos vigentes sobre uso de suelo, protección civil y medio ambiente; Petróleos Mexicanos tampoco ha frenado la entrega de franquicias para instalar estaciones de servicio en el Distrito Federal.
Uno de los requisitos para entregar franquicias son documentos de ubicación de la nueva gasolinera para constatar que no se violan reglas locales y se cumple con estándares de seguridad obligatorios, entre los que se incluye que no esté cerca de viviendas u otras fuentes de combustible.
Actualmente, ante Petróleos Mexicanos existen 20 gasolineras en trámite de instalación en el Distrito Federal, de las cuáles, 12 se ubicarían en delegaciones que ya exceden el límite permitido por el Reglamento local.
Pemex también solicita una superficie mínima del terreno según la gasolinera que se pretende instalar —que va desde 400 metros en predios urbanos y 2 mil 400 en carreteras y autopistas— y distancias de 15 metros entre la estación de servicio y hospitales, escuelas, mercados, teatros o centros de entretenimiento.
“El promedio de venta que tienen estaciones de servicio en la ciudad ha disminuido por el incremento irregular en los puntos de venta, si estos siguen creciendo de manera indiscriminada nos es totalmente adverso en términos de competencia”.
Con la reforma energética habrá cambios en el mercado actual de gasolina. A partir de diciembre de 2016 Pemex dejará de tener el monopolio en la venta del combustible.
“Con la apertura ya no sólo serán las gasolinas de Pemex, habrá diferentes tipos y marcas. Veremos entonces a Exxon, a Shell o a otras (…) y cuando los contratos de las franquicias que actualmente tiene Pemex vayan venciendo, los que hoy tengan una estación de servicio van a tener la opción de migrar a otro proveedor”, dijo en entrevista el senador del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Luis Lavalle.
Para regular el uso de suelo, la cuestión medioambiental y de protección civil se mantendrá vigente el reglamento local de cada entidad federativa, pero los permisos para tener una gasolinera, en lugar de estar en manos de Pemex, pasarán a la Comisión Reguladora de Energía, a cargo de la apertura de nuevas estaciones de servicio independientemente de quién sea el proveedor de gasolina.
Mientras de 2013 a 2014 las estaciones de servicio en la capital aumentaron 5.27%, académicos y sociedad civil cuestionan si existe un doble discurso en el Gobierno del Distrito Federal, que por un lado promueve una política para desincentivar el uso del auto y por otro, permite que gasolineras operen violando el reglamento y se instalen más en beneficio exclusivo de automovilistas.
“Por una parte estamos hablando de desmotivar el uso del automóvil con distintas acciones como el servicio de Ecobici o andadores peatonales, pero al mismo tiempo promueven a través de la venta del combustible el uso del auto, la contaminación ambiental y la saturación de vías”, dijo José María Nava, coordinador de la Licenciatura en Arquitectura de la Universidad Iberoamericana.
Para Agustín Martínez de la organización Bicitekas —con más de 15 años promoviendo el ciclismo urbano en la Ciudad—, en el Gobierno del Distrito Federal “no hay congruencia entre el discurso oficial y los hechos”, pues la inversión en obras para uso exclusivo del automóvil es 57 veces superior a lo destinado para movilidad, “a lo que se suma que permitan que haya más y más gasolineras yendo aún en contra de su mismo reglamento”.