En 2015, dos hombres atacaron a Fausia, una mujer indígena defensora del derecho al territorio del pueblo Nahua en Honduras. Uno de ellos la violó sexualmente como represalia por su labor, con el fin de despojarla de su tierra.
Su caso llegó este año al Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, donde es analizado. Con ello, la organización Centro de Derechos Reproductivos busca que el órgano internacional ayude a seguir construyendo estándares alrededor del aborto y el acceso a anticonceptivos, incluida la pastilla de emergencia, también conocida como “del día siguiente”.
Luego de resultar embarazada como consecuencia de la agresión sexual, Fausia se enfrentó a un gran sufrimiento físico y mental. En ese momento, además, la pastilla anticonceptiva de emergencia también estaba prohibida en Honduras –su usó se autorizó apenas a partir de 2023–, por lo que no pudo acceder a esa alternativa.
Fausia estaba decidida a no continuar su embarazo, pero cuando acudió al hospital, el personal médico la intimidó y amenazó con denunciarla si abortaba. Unos meses después, se convirtió en madre de manera obligada.
“Antes de que sucediera el hecho, yo tenía un proyecto de vida personal, seguir mis estudios, y fueron truncados de la manera como llegó este embarazo. Marcó mucho mi vida realmente, los cambios fueron demasiados, demasiado fuertes, y al haberlo evitado, considero que estuviera en una situación diferente. No me hubiera enfrentado a tantas cosas que he enfrentado siendo mamá, digamos que a la fuerza o contra mi voluntad”, relata en una grabación de su testimonio cuando acudió a Naciones Unidas.
Se prevé que gracias al caso de Fausia, esta sea la primera vez que a Honduras se le declare responsable de la prohibición absoluta del aborto por un comité internacional. Junto con Nicaragua y El Salvador, es uno de los únicos tres países de Latinoamérica que no permiten, en ningún caso, la interrupción legal del embarazo.
Sumando al Caribe, Surinam, Haití, República Dominicana y Jamaica mantienen también una prohibición absoluta. Mientras que otras naciones de la región lo permiten solo en casos específicos, como cuando peligra la vida de la mujer o es preciso preservar la salud, los únicos que contemplan el aborto voluntario a nivel nacional, a solicitud de la mujer por etapa gestacional, son Uruguay, Guyana, Guyana Francesa, Cuba, Argentina y Colombia.
En México, si bien la Suprema Corte de Justicia de la Nación y otras resoluciones del poder judicial han establecido que las mujeres tienen derecho a decidir, y es inconstitucional penalizar el aborto, su catalogación como delito se mantiene en 19 de 32 estados.
El caso de Fausia en Naciones Unidas no solo sería un precedente para los estados de la región que aún prohíben el aborto de forma absoluta, sino que al mismo tiempo abonaría a establecer estándares internacionales más sólidos en torno al acceso amplio e integral a toda la gama de salud sexual y reproductiva, incluido el derecho a la educación sexual.
“Particularmente, queremos que el Comité asegure que no es suficiente con liberalizar el aborto por causales o por etapas gestionales cortas y mantener el delito, que en realidad lo que debería pasar es que se elimine el delito del Código Penal, que es un poco la conversación que está habiendo en México, que hubo en Colombia, pero queremos que órganos internacionales y regionales de derechos humanos también den esa conversación”, señala en entrevista Catalina Martínez, directora para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos.
La especialista explica que a final de cuentas, lo que resulta contrario al pacto de derechos civiles y políticos no es el hecho de que exista una prohibición absoluta, sino de que persista el aborto como delito. Cuando se toma como referente la prohibición absoluta, se entiende que lo contrario es liberalizarlo solo por causales o períodos gestacionales.
Sin embargo, el aborto es y debe entenderse como un servicio de salud, por lo que debería estar regulado solamente en el sistema sanitario: ahí puede hablarse de plazos y otras características, pero el Código Penal no debe ser la herramienta regulatoria de un servicio de salud, sostiene Martínez.
“Así como la OMS lo reconoció, como se está dando la discusión en algunas cortes nacionales, como México y Colombia, que todavía no han dado los saltos más profundos pero se está dando la conversación, que la misma conversación llegue al ámbito internacional y regional”, añade.
Entérate | Desmitificar el aborto: lo que aún se cree erróneamente sobre este evento de salud reproductiva
Para Fausia, el análisis de su caso a las Naciones Unidas es importante porque sería la voz de muchas mujeres que viven violencia.
Debido a las amenazas de sus agresores y a la falta de protección del Estado de Honduras, Fausia ha tenido que abandonar su territorio y desplazarse con su familia muchas veces. Sin embargo, no ceja en su lucha.
“Dije que llegaría hasta las últimas instancias para esclarecer el caso y para buscar justicia. En mi país difícilmente iba a ser escuchada, iba a ser atendida, por el contexto en el que se desarrollan o se desenvuelven las leyes de mi país”, señala en su testimonio.
De acuerdo con el Centro de Derechos Reproductivos, el caso de Fausia es muestra de las múltiples violaciones a derechos humanos que se derivan de la penalización de un servicio esencial de salud. Esta medida afecta a todas las personas que necesitan un aborto, y en particular a aquellas en situación de vulnerabilidad, como las sobrevivientes de violencia sexual.
A fin de que la historia de Fausia no se repita, la organización solicita ante las Naciones Unidas que el Estado hondureño garantice el acceso al aborto en condiciones seguras, restituya derechos fundamentales y ponga fina a la penalización de la interrupción del embarazo. Al mismo tiempo, que dé garantías de acceso a la pastilla de anticoncepción de emergencia, específicamente cuando se trata de sobrevivientes de violencia sexual, y que proteja el secreto profesional médico.
“La marea verde me motivó personalmente a involucrarme en el proceso, ha sido como una insignia de lucha; también motivo a las mujeres de Latinoamérica, de América, a que luchen o nos unamos todas en una lucha colectiva para defender nuestros derechos y los derechos de las que callan o no tienen voz por temor”, dice Fausia.
Según datos de la Secretaría de Salud de Honduras, en ese país cada día tres niñas menores de 14 años son forzadas a mantener embarazos producto de violaciones, y a ser madres. En los últimos 30 años, más de 60 países han liberalizado sus leyes para ampliar el acceso al aborto, incluidos algunos de Latinoamérica, como Colombia y Argentina, y México a nivel local. Solo cuatro países, incluido Honduras, han retrocedido en sus leyes.
Israel dice que ya ha atacado más de 2.000 objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y el grupo miliciano apoyado por Irán sigue respondiendo al fuego.
“La peor noche hasta ahora”.
Así califica Nafiseh Kohnavard, corresponsal de Oriente Medio para la BBC en Beirut, a los bombardeos israelíes en Líbano, donde más de 30 ataques aéreos centrados en suburbios del sur de la ciudad, donde Hezbolá tiene una fuerte presencia.
El Ministerio de Salud libanés dijo en un boletín en la mañana del domingo que en total murieron 23 personas y otras 93 resultaron heridas tras ataques en varias zonas, incluidas el sur del Líbano y la región oriental de Bekaa y Baalbek-Hermel.
Israel dice que ya ha atacado más de 2.000 objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y el grupo miliciano apoyado por Irán sigue respondiendo al fuego.
El 1 de octubre, Israel anunció “incursiones” en el sur de Líbano “contra objetivos y estructuras terroristas” del grupo Hezbolá. El ataque fue avanzando hasta llegar a Beirut.
En un discurso televisado anoche, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el país estaba luchando contra las fuerzas de la “barbarie”, lideradas por Irán.
También aseguró que tras varios días de ataques habían destruido gran parte del arsenal de Hezbolá y habían cambiado el curso de la guerra contra el grupo respaldado por Irán.
A su vez, el primer ministro libanés Najib Mikati pidió que se ejerza “presión internacional sobre Israel” para que se produzca un alto el fuego.
En un comunicado afirmó que su gobierno sigue apoyando el “llamamiento conjunto al alto el fuego” lanzado la semana pasada por Francia y Estados Unidos con el apoyo de la Unión Europea y los países árabes.
A la vez que estos bombardeos en Líbano ocurren, Israel mantiene el frente abierto y la misma estrategia en la Franja de Gaza. En este caso, Israel argumenta que es para combatir a Hamás. El número total de muertos en la zona es de 41.870 desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud.
Israel atacó Gaza tras una incursión sin precedentes de Hamás en Israel en la que murieron alrededor de 1.200 israelíes.
En Líbano la desolación y la ira se juntan mientras, cada vez más, las ciudades del sur quedan desiertas. La gente huye de los bombardeos hacia el norte. Fue aquí donde primero empezaron.
Ahora, Israel parece dispuesto a lanzar nuevas operaciones en el sur después de que Avichay Adraee, portavoz en lengua árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), emitiera nuevas alertas de evacuación.
Adraee dijo a los residentes de unas 25 aldeas del sur del Líbano que abandonen el lugar.
“Cualquiera que esté cerca de miembros, instalaciones o armas de Hezbolá está poniendo su vida en peligro”, afirmó.
Sin embargo, más hacia el norte, en Beirut, la situación no es más segura.
La pasada noche del sábado fue la peor en lo que a bombardeos se refiere en la capital libanesa.
“Anoche lo veía desde mi balcón (los bombardeos) y, casi dos horas después de los ataques aéreos en un lugar de los suburbios del sur de Beirut, todavía podía ver destellos y chispas”, dice Nafiseh Kohnavard, corresponsal de la BBC en Beirut.
Algunas fuentes abiertas y expertos en armas de X sugieren que se trataba de un depósito de armas o una gasolinera. El ejército de Israel dice que han llevado a cabo ataques contra objetivos pertenecientes a Hezbolá.
“El sonido de las explosiones era pequeño, de vez en cuando, grandes y se mezclan con el sonido de los continuos ataques aéreos. Se podía escuchar continuamente el zumbido de un dron que sobrevolaba, probablemente un dron de vigilancia del ejército que volaba a baja altitud”, cuenta Kohnavard.
Los ataques aéreos se produjeron después de que las fuerzas israelíes emitieran una advertencia de evacuación el 15 de junio.
En los barrios que rodean el lugar del ataque, algunas personas intentaron huir a pie, ya que la mayor parte de la carretera de esa zona ha resultado dañada o bloqueada por escombros debido a los intensos ataques aéreos de las últimas dos semanas.
Hasta uno de los lugares atacados en el sur de Beirut se desplazó Hugo Bachega, corresponsal de la BBC en Medio Oriente.
“Doce horas después, todavía sale humo de los escombros y hay un fuerte olor en el aire. Pude contar al menos tres pisos subterráneos que se derrumbaron”, relata.
La zona es urbanizada y los edificios cercanos también han sido parcialmente destruidos.
“Un residente nos dijo que hay una escuela no muy lejos de aquí. Al otro lado de la calle, hay edificios residenciales que, según dice, han sido evacuados siguiendo órdenes del ejército israelí”, remarca Bachega.
En otra zona bombardeada, en el barrio de Dahieh de Beirut, cuenta el periodista de la BBC Joel Gunter, hay un enorme cráter causado por un impacto donde hasta anoche había una tienda de dulces, un lugar de alquiler de coches y pisos de apartamentos encima.
Dentro del cráter, de tres pisos de profundidad, había evidencias carbonizadas y destrozadas de la vida familiar: ropa y libros, un escritorio aplastado, una nevera retorcida casi hasta quedar irreconocible.
Los residentes de la zona dijeron a la BBC que todos los que vivían en los apartamentos habían huido antes de que el edificio fuera destruido, tras una advertencia de las autoridades israelíes poco antes del impacto del misil. El ataque aquí fue uno de los 30 que se informó que cayeron sobre Dahieh anoche.
Entre las pertenencias, también se podían ver partes de una pequeña munición entre los escombros. El ejército de Israel dijo a la BBC esta mañana que habían “realizado una serie de ataques selectivos contra varias instalaciones de almacenamiento de armas y sitios de infraestructura terrorista pertenecientes a la organización terrorista Hezbollah en el área de Beirut”.
A la vez, el apoyo a Netanyahu va perdiendo fuerza tanto dentro de Israel como fuera de sus fronteras.
En un último embate, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió que se detenga el envío de armas a Israel para su uso en Gaza, lo que ha provocado unas rápidas críticas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
En una cumbre en París, Macron dijo que lamentaba la decisión de Netanyahu de lanzar una operación terrestre en el Líbano y dijo que era “inconsistente” que los países pidieran un alto el fuego mientras proporcionaban a Israel “armas de guerra”.
Macron dijo a la radio France Inter que “la prioridad es que volvamos a una solución política, que dejemos de enviar armas para luchar en Gaza”.
El primer ministro israelí condenó los comentarios de Macron y dijo que cualquier país que no apoyara a Israel estaba apoyando a Irán y sus aliados y representantes.
Netanyahu respondió.
“Mientras Israel lucha contra las fuerzas de la barbarie lideradas por Irán, todos los países civilizados deberían estar firmemente del lado de Israel. Sin embargo, el presidente Macron y otros líderes occidentales ahora están pidiendo embargos de armas contra Israel”, dijo.
“Debería darles vergüenza”, agregó Netanyahu.
La oficina de Macron respondió más tarde diciendo que Francia es un “fiel amigo de Israel” y describió la reacción de Netanyahu como “excesiva y alejada de la amistad entre Francia e Israel”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.