Por: Jimena David (@jimena_dag), Jonathan Furszyfer (@JonFdr) y Jesús Gallegos
A partir del 2008, México comenzó a experimentar una profunda crisis de inseguridad caracterizada, principalmente, por un aumento sistemático de homicidios dolosos. A 10 años del inicio de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, la tendencia de la violencia letal en el país no se ha logrado revertir e incluso se ha agudizado en los últimos dos años –siendo el 2016 uno de los más violentos desde la toma de posesión de Felipe Calderón Hinojosa. En esta coyuntura, ¿qué papel juegan las estadísticas delictivas publicadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)?
La recolección y clasificación de delitos son indispensables para diagnosticar las diversas dinámicas de violencia a nivel local, municipal, estatal y federal. Siempre y cuando sean veraces y de calidad, las estadísticas delictivas son vitales para diseñar, implementar y evaluar políticas públicas de prevención y reducción de la violencia y la delincuencia, fortalecer el sistema de procuración e impartición de justica y asignar recursos federales y estatales a la seguridad pública local, entre muchos otros ámbitos. En consecuencia, es fundamental contar con estadísticas delictivas confiables para identificar y combatir cada uno de los patrones de violencia en nuestro país con el objetivo de garantizar la paz y el orden social.
En este contexto, es necesario preguntarse cuáles son las principales fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de la incidencia delictiva del SESNSP en nuestro país para analizar y detener eficazmente la ola de violencia por la que estamos atravesando.
Fortalezas
Oportunidades
Debilidades
Amenazas
En suma, optimizar la generación de información delictiva que sirva para la construcción de estrategias de prevención y combate a la violencia es un trabajo continuo. Hasta ahora, se ha conseguido mejorar la clasificación, homologación, prontitud y accesibilidad de las estadísticas delictivas. Sin embargo, existen ventanas de oportunidad valiosas para obtener información más profunda sobre la naturaleza de los delitos, particularmente en torno a las características de sus víctimas y el lugar exacto de su incidencia. En este contexto, los retos más importantes para los tres órdenes del gobierno radican en perfeccionar los procesos de atención a víctimas, recepción de denuncias, registro y publicación de delitos, todos ellos articulados dentro de un sistema que vigile y audite la calidad y veracidad de las estadísticas delictivas, para advertir cuando se encuentren problemas y colaborar en la construcción de soluciones.
* Jimena David y Jesús A. Gallegos son investigadores del Programa de Seguridad de México Evalúa (@mexevalua) y Jonathan Furszyfer es coordinador del mismo. Los autores agradecen la edición de Laurence Pantin y las ilustraciones de Miguel Cedillo.
Cálculos propios de México Evalúa, con base en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La incidencia delictiva se refiere a la presunta ocurrencia de delitos registrados en averiguaciones previas iniciadas o carpetas de investigación, reportadas por las Procuradurías de Justicia y Fiscalías Generales de las entidades federativas en el caso del fuero común y por la Procuraduría General de la República en el fuero federal.
El problema del agente-principal estipula una serie de circunstancias que se originan cuando el desempeño de un actor (vg.r. el principal) está condicionado por las actitudes y preferencias de otro actor (v.gr. el agente), sobre el que se carece de información perfecta.
La cifra negra equivale a todos aquellos delitos que no se denuncian.
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