Del gasto total invertido en salud por el gobierno, un 13% corresponde a la compra de medicamentos (CIEP, 2019). Si esos casi 80 mil millones de pesos al año se usarán de manera eficiente tendríamos más medicamentos e insumos para garantizar el derecho a la salud. Una de las ineficiencias más comunes es el sobrecosto en la compra de medicamentos. Esto quiere decir que se compran por arriba del precio de referencia.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la institución responsable de brindar la atención médica a 48 millones de mexicanos y mexicanas, transparentaba hasta hace unos años todas sus compras en un portal destinado específicamente a ello. De ahí se deriva el proyecto de investigación Salud, Dinero y Corrupción, que analiza más de dos millones de compras de medicamentos e insumos médicos obtenidos del Portal Compras IMSS desde 2008.
El esfuerzo conjunto entre Poder y Nosotrxs permite estimar que el IMSS gastó alrededor de 18 mil mdp de sobrecosto en compras de medicamentos e insumos entre 2008 y 2018. Además, este sistema de compras privilegia a unas cuantas empresas: de 27 mil 886 proveedores que vendieron al IMSS entre 2008 y 2018, tan solo el 1% de ellos (278) recibió el 78.2% del monto contratado. La empresa Dentilab es la proveedora del Instituto a la que se le pagó el mayor monto con sobrecosto (más de 532 millones de pesos).
Cabe destacar que durante estos diez años los procesos de compra no han sido los mismos. Entre 2014 y 2019 las compras consolidadas de medicamentos consiguieron ahorros por 25 mil 509 mdp (CIEP, 2021). Sin embargo, a pesar de estos ahorros en las compras consolidadas, en los contratos efectuados por las 49 delegaciones y hospitales con capacidad de compra se detectó el 68.65% del sobrecosto en el periodo analizado, es decir, 12.6 mil mdp.
El nuevo modelo para las compras de medicamentos propuestos por el Gobierno Federal pretende resolver los problemas identificados en nuestra investigación. No obstante, la falta de acceso a la información ha obstaculizado el análisis sobre las compras en los últimos dos años.
Además, todos estos cambios dejan de lado lo más importante: garantizar el acceso a los medicamentos para todas las personas. Tan solo entre 2019 y 2020, 20.9 millones de recetas no fueron surtidas de forma efectiva en el IMSS y el mismo fenómeno de desabasto se ha agudizado en todas las instituciones del país como documentamos en el Informe de Transparencia en Salud 2019-2020. Es por eso que en el colectivo Cero Desabasto, integrado por más de 55 organizaciones de la sociedad civil y grupos de pacientes, hemos emitido un posicionamiento público pidiendo a la autoridad lo siguiente:
En México aún hay muchas áreas de oportunidad para hacer más eficientes las compras de medicamentos e insumos para la salud. El cambio en estos procesos siempre debe orientarse hacia el cumplimiento del derecho a la salud. La escasez de medicamentos impacta particularmente a grupos vulnerables como niñas, niños, adultos mayores y mujeres embarazadas, generando círculos viciosos de pobreza, contribuyendo a la desigualdad.
La garantía del acceso a los medicamentos es compleja e involucra una multiplicidad de actores. Como parte de los nuevos mecanismos propuestos para garantizarlo, se debe fomentar la comunicación y la participación de todos los actores involucrados —pacientes, sociedad civil, industria, academia, distintos órdenes de gobierno y profesionales de salud—, teniendo siempre como prioridad los derechos de las personas.
* Andrés Castañeda Prado (@castanedaprado) es coordinador de la causa Salud y Bienestar de @NosotrxsMX.
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