Waterloo, 6 de mayo de 2011.
Debo empezar por decir, querido lector, que esto es como jugar al trabalenguas. Me acordé de aquella cancioncita de “Ana, Bobana, Bana…” etc., porque distinguir entre Osama y Obama ha metido a más de un medio en problemas. En consecuencia, dejémoslo en el Sr. Bin y Obama, si le parece bien, sólo para no errarle.
El domingo por la noche, cuando uno ya empezaba a lamentarse por la inminente llegada del lunes y trataba de superar la depresión tuiteando, apareció la noticia de que Obama dirigiría un mensaje a la nación. ¡Qué raro! Mensaje presidencial en domingo por la noche… De pronto, se filtró la noticia de que habían matado al Sr. Bin y empezaron a correr caracteres como si no hubiera mañana.
Obama se retrasó y se retrasó. Si de verdad ésta era la noticia, seguro había que hacer muchas llamadas antes de darla a conocer al público en general, para evitar los reclamos de legisladores, líderes internacionales y seguramente también la mamá del presidente Obama. La espera para escuchar el discurso valió la pena: cuando uno vive con una clase política en la que abundan los Noroñas, los di Constanzos y el resto de la flora y fauna, es un verdadero placer, suficiente para ponerlo a uno verde de envidia, escuchar a un líder como Obama dar un mensaje. Fue claro, sin triunfalismos, sin aspavientos, sin el tono “lero, lero” que se percibe en las “García Luna productions”. Y, sí, dicho y hecho, se habían escabechado al Sr. Bin.
Yo no pude evitar sentir, primero, cierto alivio, y luego, preocupona como soy, empecé a pensar que eso de que el mundo era más seguro ahora estaba lejos de ser verdad. Quien conoce mínimamente cómo opera Al Qaeda podía suponer que la muerte del Sr. Bin probablemente vendría seguida de, cuando menos, un intento de venganza… Ay, nana.
Estaba yo en esas cavilaciones, cuando en mi timeline empezaron a aparecer comentarios que, cuando fueron los atentados del 11 de septiembre de 2001, me llevaron a escribir un texto llamado “En México, la esquizofrenia”. Fíjese, querido lector, cómo hay cosas que no cambian. A pesar del tiempo, de la dependencia, del supuesto mayor conocimiento de los vecinos del norte, simplemente por el roce y porque cada vez son más las familias mexicanas que tienen a uno o varios de sus miembros en Estados Unidos, se siguen repitiendo las actitudes antiestadounidenses que seguramente dominaron las discusiones en la época de los supuestos “Niños Héroes”. Insisto: esto del antiyanquismo primitivo parece estar en el ADN del mexicano promedio y, la verdad, le confieso, me pone muy malita de los nervios.
Cuando el 11 de septiembre de 2011, no había pasado ni media hora del ataque con el segundo avión contra las Torres Gemelas cuando quienes tenían acceso a un micrófono en radio o televisión empezaron a presentar un discurso revanchista y, francamente, irresponsable. De inmediato aparecieron miles de expertos que sabían, positivamente, que los atentados habían sido una respuesta a las “atrocidades cometidas por Estados Unidos” en Panamá, Somalia, Japón y otras latitudes. Como decía yo, qué lástima que no llamaron de inmediato al FBI para decir que los ataques habían sido perpetrados por un comando de dos japoneses, un somalí y un panameño, irritados por lo que Estados Unidos les había hecho a sus países.
Esta vez, los argumentos son los mismos:
Al final, me parece bien que veamos lo que ocurre en el mundo y en el país con algo de escepticismo, pero tampoco hay que exagerar. No queda claro si la muerte del Sr. Bin será un parteaguas tan importante como el propio 11 de septiembre, pero podría serlo. De todas formas, el tema no se agota aquí. Quedan ríos de tinta por escribir y esperemos que, de verdad, todo lo que se escriba sea en retrospectiva y no motivado por nuevos ataques.
EsotÉrika
Palabrotas
chiripa.
1. f. En el juego de billar, suerte favorable que se gana por casualidad.
2. f. coloq. carambola (‖ casualidad favorable).
3. f. Ven. Especie de cucaracha.
Ejemplo: En México, casi todo lo que sale bien es de chiripa.
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 22ª ed., (DE, 4 de mayo, 2011: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=chiripa).
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