Cuando Elizabeth salió de Venezuela, su papá le regaló una banderita para que la acompañara en México. Han pasado 22 años, sólo una vez ha regresado a su país y fue para el funeral de su padre en 2012. Aún conserva la banderita, la cual utiliza como símbolo de resistencia al gobierno de Nicolás Maduro.
Al igual que Elizabeth, millones de personas han tenido que huir de Venezuela desde 2013, cuando inició el gobierno de Nicolás Maduro, quien comenzó su tercer periodo presidencial el viernes 10 de enero, a pesar de que el candidato opositor, Edmundo González Urrutia, se proclama ganador de las elecciones del pasado 28 de julio.
El panorama se prevé complicado; sin embargo, los venezolanos residentes en México muestran esperanza de que puedan regresar a su país.
El jueves, mientras la oposición se manifestaba en Caracas, algunos de ellos acudieron a la embajada de Venezuela en México, para unirse a la protesta internacional en contra de la dictadura de Maduro.
Se mantienen unidos “hasta el final”, como dice María Corina Machado, representante de la oposición en Venezuela y estandarte de lucha para los venezolanos en el extranjero.
Para Elizabeth es importante salir a las calles a expresar su descontento por el gobierno de Maduro y apoyo a González Urrutia.
“Estoy peleando desde aquí por la libertad de mi país, por la familia, que aún tengo allá y con la que algún día espero reunirme (…) Tengo a mi mamá allá. Tengo hermanos y amigos, pero para ellos hablar de la situación política del país y social es peligroso, por lo que prefieren mantenerse mudos ante lo que está sucediendo”, señala Elizabeth.
Agrega que pertenece a la oposición y no tiene empacho de demostrarlo, porque en México puede hacerlo. Sus familiares en Venezuela temen a las represalias. Ella ha participado en las protestas internacionales por la tercera toma de protesta del predecesor de Hugo Chávez.
“Los que estamos afuera tenemos todavía el derecho a expresarnos sin miedo, sin temor a que nos encarcelen o a que nos desaparezcan, y es por ello que los que estamos aquí en México salimos también a dar nuestro granito de arena a las calles”, indica.
Elizabeth llegó hace 22 años a México; en ese tiempo se estableció y echó raíces. Encontró una oportunidad fuera de Venezuela. “Tengo una hermosa hija de 17 años, logré una carrera, una maestría, excelentes amigos que se han vuelto parte de mi nueva familia. Esa es la familia que escogí, no es la familia de nacimiento y la vida me regaló una familia acá en México”.
El viaje de Jorge Parra en búsqueda de una mejor vida fuera de Venezuela comenzó hace siete años. Probó suerte en Colombia, Ecuador y Perú. Ahora reside en México. Dejó su vida debido a la situación de desabasto en su país.
Parra se graduó como administrador tributario en Venezuela, pero debido a la crisis social, política y económica dejó su vida en 2017. En la Ciudad de México se estableció desde hace unos meses. Antes había estado en otros lugares de latinoamérica.
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“Lo que me hizo salir de mi país fue el desabasto que había. Fue en 2017 el año en que salí. Fue un año muy duro, de mucha controversia, donde no se conseguía comida ni medicamentos; hubo muchas muertes por desnutrición, por culpa de este mal gobierno que vino a robarse todo lo de nuestro país”, expresa Parra.
Ante la situación en su país, Jorge les dice a las personas que están en Venezuela que resistan “hasta el final”.
“Nosotros a nivel mundial también vamos a estar en la calle apoyándolos. En cada rincón donde haya un venezolano, saldremos a apoyar. No los vamos a dejar solos. Queremos que haya libertad para que todos tengamos un mañana y para que todos podamos otra vez volver a nuestro país.
Tenemos la esperanza de vivir otra vez en nuestros hogares, donde no tuvimos que haber salido, donde si uno salía era por vacaciones para disfrutar, pero no por una crisis que ha durado ya muchos años”, dice Parra.
Liz Mendoza llegó a México de Venezuela hace siete años. Al igual que sus paisanos se vio obligada a dejar su vida, incluyendo a familiares y amigos. También considera que el 2017 “fue uno de los años más complicados del país”.
“Vine a buscar un poco de paz y de tranquilidad, pero con el anhelo de regresar. Tengo la oportunidad de poder trabajar y tener más seguridad económica. Sin embargo, al final es tener aquí lo que no conseguimos allá, pero no podemos obtener aquí lo que hay allá”, comenta.
A pesar de que Liz Mendoza tiene una vida en México, una parte de ella anhela estar en Venezuela, en regresar, por lo que no pierde la esperanza.
“Yo creo que lo que nos mantiene con fe y adelante es poder estar libre junto con mi familia, que en algún momento vamos a poder reunirnos, estar todos juntos de nuevo, porque estamos todos regados, una parte sigue en Venezuela y otra, en otros países”.
Para Gil Oquendo estar fuera de Venezuela ha sido difícil. Desde la distancia le duele ver que la situación no mejora, al contrario cada vez la crisis se agudiza.
“Dan ganas de llorar cada vez que uno ve una noticia de Venezuela y no poder hacer nada. Sentir que estamos lejos y no podemos luchar con ellos. Es triste ver de lejos cómo se está viviendo este proceso”.
Cuenta que su familia está encerrada y que tiene mucho miedo de salir a la calle, porque está siendo peligroso manifestarse en contra de Nicolás Maduro. Desde México Gil apoya a Edmundo González. Para él y muchos venezolanos es su legítimo presidente.
Recuerda que salió de su país hace un año y medio, donde trabajaba como supervisor en una empresa camaronera. En México ha trabajado de todo, por lo que se siente agradecido con su gente, no obstante extraña Venezuela.
“Todos los días de mi vida tengo ganas de regresar. Por mí fuera yo estaría hoy mismo en la lucha con todos mis compañeros, con toda mi familia. Todos tenemos el corazón en Venezuela”.
Los investigadores anticorrupción califican como “profundamente lamentable” lo que consideran como una falta de cooperación de Yoon Suk Yeol con el proceso legal.
La agencia anticorrupción de Corea del Sur no pudo ejecutar una orden de detención contra Yoon Suk Yeol, suspendido de sus funciones desde el 14 de diciembre.
Los 150 oficiales involucrados en la operación fueron superados en número, primero por la gran cantidad de seguidores de Yoon que se habían congregado afuera de su residencia desde tempranas horas de la mañana, y luego por un muro humano de escoltas de seguridad dentro de la propiedad.
Los agentes de la Oficina para las Investigaciones de Corrupción de Funcionarios de Alto Rango (CIO, por sus siglas en inglés) trataban de ejecutar una orden de arresto emitida a principios de esta semana después de que Yoon ignorara tres citaciones judiciales en las que sería interrogado.
Yoon se encuentra actualmente bajo investigación por abuso de poder e incitación a una insurrección después de que intentara imponer la ley marcial a principios de diciembre.
La medida, que duró unas pocas horas, condujo a una crisis política, en la que Yoon fue destituido por el Parlamento liderado por la oposición y suspendido de su cargo.
Desde tempranas horas de este viernes, decenas de furgonetas policiales se alinearon en la calle frente a la residencia de Yoon en el centro de Seúl, la capital de Corea del Sur, antes de que el equipo de arresto, compuesto por oficiales de policía y miembros de la CIO, comenzara a moverse hacia el edificio alrededor de las 08:00 hora local (23:00 GMT).
La operación comenzó con un equipo de 20 personas, pero rápidamente se multiplicó hasta llegar a unas 150.
Incluso entonces, el número de agentes involucrados no fue suficiente.
Cerca de la mitad de ellos logró ingresar al recinto, pero quedaron atrapados durante horas en un enfrentamiento con los oficiales de seguridad del presidente (cuyo trabajo todavía consiste en proteger a Yoon, a pesar de que este ha sido despojado de sus poderes), además de una unidad militar responsable de la ciudad de Seúl.
“Hemos determinado que el arresto es prácticamente imposible”, informó la CIO, responsable de la investigación por la efímera declaración de ley marcial de Yoon el mes pasado.
Si la orden de arresto hubiera sido ejecutada, Yoon se habría convertido en el primer presidente en funciones en ser arrestado en la historia de Corea del Sur.
La CIO aseguró que la falta de cooperación de Yoon en el proceso legal es “profundamente lamentable” y añadió que los próximos pasos se decidirán después de una revisión.
Cuando la oficina anticorrupción anunció la suspención de la orden de arresto, los seguidores de Yoon, que llevan días acampando frente a la residencia presidencial, celebraron con cantos y bailes.
“¡Ganamos!”, corearon. Algunos llevaban carteles que decían: “Detengan el robo”, una frase que también fue utilizada por los partidarios de Donald Trump después de que perdiera las elecciones de 2020.
La CIO afirmó que la preocupación por la seguridad del equipo en el terreno fue un factor que influyó en la decisión de cancelar la orden de arresto.
El servicio de seguridad presidencial respondió que responsabilizará al CIO y a la policía por allanamiento, y alegó que el equipo había herido a algunos de los miembros de su personal.
Este nuevo acontecimiento no es inesperado, dada la actitud desafiante que ha mostrado Yoon durante todo el proceso de investigación.
Los expertos aseguran que, como abogado y exfiscal, Yoon es muy consciente de las lagunas legales disponibles para su defensa.
Los investigadores tienen hasta el 6 de enero para arrestarlo antes de que expire la orden de arresto actual.
Esto significa que podrían intentar ejecutarla nuevamente durante el fin de semana.
Pero esto podría representar un desafío aun mayor, pues es probable que la multitud de seguidores apostados a las afueras de la residencia presidencial aumente.
Sin embargo, la CIO también podría solicitar una nueva orden de arresto y tratar de detenerlo nuevamente en un futuro próximo.
Antes de que el intento fuera frustrado, el equipo de seguridad de Yoon le dijo a la agencia de noticias Yonhap que había estado negociando con los investigadores de la agencia anticorrupción.
La policía ha abierto una causa penal contra el jefe del servicio de seguridad de Yoon y su adjunto, y los ha citado para interrogarlos, según Yonhap.
Adicionalmente, el equipo legal de Yoon también fue visto entrando a la residencia poco después del mediodía, hora local.
Su abogado, Yoon Gab-keun, declaró hace días que emprenderían acciones legales en contra de la orden de arresto, argumentando que los agentes anticorrupción carecían de autoridad para detenerlo.
Park Chan-dae, el líder del principal partido de oposición, el Partido Democrático, ha criticado a Yoon por no cumplir su promesa de asumir la responsabilidad legal y política por su fallido intento de instaurar la ley marcial.
“Fue una completa mentira”, señaló Park, instando a la CIO a ejecutar nuevamente la orden de captura contra Yoon.
La CIO fue creada hace cuatro años en respuesta a las quejas de los surcoreanos por los excesos de la expresidenta Park Geun-hye.
En diciembre de 2016, la mantaria fue destituida del cargo.
El alcance de la jurisdicción de esta agencia ha sido cuestionado por otras agencias, pero su fracaso a la hora de lidiar con Yoon podría ser percibido como vergonzoso.
Corea del Sur ha estado sumida en el caos político desde que Yoon intentó instaurar la ley marcial el 3 de diciembre, que creó una gran división en el Parlamento entre aquellos leales a Yoon y un grupo que buscaba destituirlo.
Días y noches de protestas culminaron con un voto en el Parlamento dominado por la oposición para destituir a Yoon el 14 de diciembre.
Dos semanas después, el parlamento votó para destituir a su sustituto, el presidente interino Han Duck-soo.
Fue la primera destitución de un presidente interino en la historia de Corea del Sur.
Los parlamentarios de la oposición argumentaron que Han, cuya labor era sacar al país de su crisis política, se negaba a cumplir con las demandas de completar el proceso de impeachment de Yoon.
El viernes, los fiscales también acusaron de cargos de insurrección al jefe del ejército Park An-su, quien fue nombrado comandante de la ley marcial durante la breve declaración, y al comandante de las fuerzas especiales Kwak Jong-geun, según el medio de noticias Yonhap, con sede en Seúl.
Ambos serán juzgados mientras se encuentran en prisión.
Información adicional de Jake Kwon en Seúl
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