Por: Armando Pliego Ishikawa (@dobbyloca)
El espacio público de una ciudad es aquella superficie donde sus habitantes realizan actividades que no son propias de su vida privada. Hay parques y plazas, así como espacios lúdicos, específicamente destinados para el uso recreacional de la gente, pero en palabras de Gil Peñalosa, si observamos una ciudad desde el aire, veremos que las calles ocupan un gran porcentaje de la superficie, y son nuestro espacio público por excelencia.
En las últimas décadas, la pérdida de espacios debido a la privatización o la segregación de las formas no motorizadas de transporte representan un fenómeno peligroso para la dinámica de las ciudades, un impacto negativo en la calidad de vida de sus habitantes, y en respuesta han surgido distintas iniciativas que buscan la recuperación y reapropiación de las calles. Como parte de estas iniciativas, en las últimas décadas ha nacido un movimiento global, que es el de las vías recreativas o calles abiertas.
Las calles abiertas consisten en la restricción de uso de vehículos motorizados en algunas calles por un periodo específico de tiempo, para generar un espacio recreativo seguro para el disfrute de los habitantes de una ciudad.
El caso latinoamericano encuentra su origen en Bogotá, Colombia, donde desde diciembre de 1974 se cierran distintas calles de la ciudad al tránsito motorizado y se abren para el uso lúdico de la ciudadanía bogotana. Actualmente, la Ciclovía de Bogotá se extiende por más de 120 kilómetros de calles en un horario de 7 a 2 de la tarde todos los domingos, y cada semana asisten más de 2 millones de personas, es decir, alrededor del 30% de la población de la capital colombiana.
Este movimiento también ha alcanzado las fronteras mexicanas, y desde hace varios años en ciudades de todo el país se realizan estos paseos dominicales, que se presentan como una oportunidad para que la población recupere el sentido social de sus calles. Guadalajara, Ciudad de México, Toluca, Vallarta, y otras más forman parte de esta tendencia.
Uno de los casos más recientes es el de la zona metropolitana de Puebla, donde desde hace cinco años inició en su capital el programa “Gran vía recorre Puebla“, una ciclovía recreativa de poco más de 4 kilómetros en el centro histórico de la ciudad. Unos años después se transforma en la Ciclovía Paseo Histórico, aunque conserva el mismo horario y el mismo recorrido.
Con el fin de dar continuidad a la tendencia y de ofrecer a la población más alternativas de recreación, un grupo de personas involucradas en agendas urbanas y sociales para la ciudad, decidimos proponer una nueva vía recreativa para la zona metropolitana, con un alcance intermunicipal y un carácter colaborativo entre sociedad y los tres niveles de gobierno. Así nace la Vía Recreativa Metropolitana, que se construye como una serie de vías recreativas en los centros de tres municipios de la zona metropolitana de Puebla, conectadas entre sí por una gran vía dispuesta en la Recta a Cholula: la Vía Recreativa de la Recta.
Esta vía se lanza el 31 de mayo de 2015, durante la clausura de ReCiudad, el congreso de la Liga Peatonal de ese año que tuvo a Cholula como sede, y desde aquel entonces se lleva a cabo el último domingo de cada mes, originalmente en un horario de 8 a 2 en sus primeras ediciones, que en el camino se vio reducido de 8 a 12, para homologarse con los horarios de la Ciclovia Paseo Histórico, condición que aceptamos, pero señalamos como un retroceso.
Para desconcierto de los organizadores, en la vía de enero de 2016 se hicieron modificaciones sobre el recorrido en la Recta a Cholula. Esto fue producto de una serie de decisiones en las que no fuimos involucrados, por lo que reconocemos que hay fallas serias de comunicación y coordinación con los gobiernos que han apoyado la iniciativa y que esta aún tiene muchas debilidades, por lo que debemos tomar medidas para fortalecerla.
Como parte de estas medidas, las organizaciones que gestionamos la vía cada mes, iniciamos la campaña #VíaDeTodxs. Se trata de una serie de cinco puntos que buscamos sean respaldados por los ayuntamientos en cuestión así como el gobierno estatal, reproducidos a continuación:
Como persona usuaria de la Vía Recreativa de la Recta exijo:
Se puede acceder a esta petición a través de este enlace.
La Vía Recreativa Metropolitana, y específicamente la Vía Recreativa de la Recta son proyectos emanados de la sociedad civil organizada. Poco a poco hemos logrado que a través de la participación y el esfuerzo constante la iniciativa permee en la población.
En la Liga Peatonal hemos sido testigos de las grandes contribuciones que la sociedad organizada puede hacer para la recuperación de espacios para los habitantes de una ciudad, e iniciativas como la vía recreativa son precisamente un medio que puede permitir la reapropiación de las calles como un espacio de encuentro, y la reivindicación del espacio público como pieza constitutiva de la ciudad, al ser escenario para el ejercicio de derechos y libertades, así como arena de expresión e integración cultural.
* Armando Pliego Ishikawa es estudiante de las licenciaturas en comunicación por la BUAP y Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM. Entusiasta del espacio público, la movilidad y la participación. Coordinador de Comunicación de Cholula en Bici y miembro activo de la Liga Peatonal en Puebla. [email protected]
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