El gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame Castillo, no sólo tiene que enfrentar los coletazos de la disputa por la plaza entre los cárteles de los hermanos Beltrán Leyva y del Pacífico, encabezado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, sino que también deberá dar la cara al juicio político que pretende tramitar el PRI en su contra. Los tricolores lo responsabilizan de la inseguridad en el estado. A los priistas nadie les quita la idea de que al ex gobernador, Jorge Carrillo Olea, lo hicieron renunciar por mucho menos de lo que sucede en la ciudad de la “Eterna Primavera”.