El presidente Felipe Calderón reconoció que 2010 ha sido el año más violento en el país a causa de la guerra entre los cárteles de la droga, específicamente el del Pacífico y el de Juárez, y además aceptó que las autoridades no han podido garantizar ni la seguridad ni la procuración de justicia.
“El 2010 fue el año de mayor número de muertes violentas en el país. ¿Por qué razón? Porque se suscitaron conflictos entre cárteles al mismo tiempo”, dijo el mandatario mexicano en entrevista con León Krauze en W Radio.
Sin embargo, dijo Calderón, “la buena noticia” es que han comenzado a descender los homicidios violentos.
“En el mes de junio, donde llegó a haber 430 homicidios en una semana, a la última semana, por ejemplo, del año, que llegó a haber más o menos 230 homicidios, 224, una cosa así”, dijo.
“Pero el punto específico, hay cresta de ola. El hecho, yo veo, por ejemplo, en el caso colombiano, donde hubo una ola muy, muy prolongada, el crecimiento de los índices fue constante desde la década de los 80 hasta el cuarto año de la presidencia de Uribe, el segundo año, más bien.
“Y entonces comienza a haber un punto de inflexión, una curva, una cresta de la ola, como me preguntas, y comienzan a declinar. Yo no digo que sea equiparable el caso de México, pero ciertamente el 2010, sí hemos visto en las cifras un punto de inflexión que ojalá pueda perdurar”, explicó el mandatario.
¿Uno de los arrepentimientos de Calderón? No haber logrado un diálogo importante con las fracciones de la izquierda mexicana.
